Un mamífero en blanco y negro reanima al Zoológico Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (11/JUL/2010).- Aunque carece de color, la nueva atracción del Zoológico de Guadalajara dista mucho de ser anticuada para los visitantes del parque, a quienes no les importó el espontáneo baño que provoca una lluvia pertinaz, a fin de ver con sus propios ojos a tan distinguida y poco común visita.

Shuan Shuan, uno de los 35 pandas en cautiverio que hay en el mundo, es admirada por decenas de familias que, bajo el cobijo del agua, se reúnen junto a un cristal para verla juguetear.

Son 23 años, edad adulta para un panda gigante de China, pero la gracia en sus movimientos y el coqueto andar que le caracteriza hacen pensar que apenas ha alcanzado la adolescencia.

El cielo se torna oscuro y el animal busca refugio en el cuarto aclimatado aledaño a su área de juegos, petición que le es concedida por su cuidador y compañero.

Al entrar a su área de descanso, el panda comienza a reconocer de nuevo el territorio que le fue asignado y construido “en tiempo récord”, y nota a una decena de extraños cerca de ella que le miran con gran curiosidad.

Atendiendo a la petición, Shuan Shuan se levanta sobre sus patas traseras, recorre el vidrio reforzado que la separa de la multitud y, al fin, toma asiento frente a los extraños que le apuntan con cámaras y celulares. Una vida en cautiverio, rodeada por humanos, le ha generado confianza, por lo que responde a las sonrisas de quienes no le despegan la mirada con un efusivo saludo.

En realidad no fue tal, pero el movimiento de una garra al frotar sus ojos, ocultos entre el antifaz que le concedió la naturaleza, resultó muy similar a esa costumbre social.

Los niños sonríen, satisfechos, y apuntan con el dedo hacia el simpático mamífero al tiempo que mencionan con orgullo a sus madres el noble gesto que “obtuvieron” del panda.

Cansada, la osa da un último recorrido a su nuevo hogar, sube a una silla y medita unos momentos para después trepar a una mesa. Se recuesta mirando hacia el techo y, cual cachorro juguetón, comienza a patalear como si hiciera malabares con una pelota.

La empapada multitud celebra el acto con exclamaciones y gestos de ternura. Ahora la atención está puesta en la empleada ponente, quien brinda mayores datos sobre la naturaleza del simpático animal, principal atracción en el sitio y cuya visita a tierras tapatías durará seis meses.

Un animal carismático y consentido

Para traer a Shuan Shuan a la Perla Tapatía, el Zoológico de Guadalajara realizó una inversión millonaria. Según el director del parque, Francisco Rodríguez Herrerón, la cifra llegó a los cuatro millones de pesos, los cuales sirvieron para terminar con el papeleo legal, su traslado y, sobre todo, para adaptar en un mes el espacio de más de 800 metros cuadrados en que fue ubicada.

“Es un animal que viene temporalmente a nuestro zoológico, en préstamo del Zoológico de Chapultepec (en la Ciudad de México). Nominalmente va a estar por un periodo de seis meses; para él se construyó este pabellón en un tiempo récord de un mes, pensando en dotar un albergue cómodo, espacioso y digno de las características de un ejemplar de esta naturaleza”.

De acuerdo con su declaración, completar el trámite duró dos años, aunque al final, tener a Shuan Shuan en Guadalajara es algo por lo cual se sienten “honrados”.

“El animal se trasladó vía aérea hace aproximadamente 10 días, desde el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Toluca; de ahí a nuestras instalaciones en una camioneta que fue resguardada durante todo el trayecto”.

Además, el panda duerme en un cuarto climatizado que siempre mantiene una temperatura de 26 grados. Ello, en adición al espacio que se encuentra al aire libre y la adecuación de un panorama con la temática de la cultura china, representaron el total de la inversión.

Lamentablemente, desde que el oso llegó la afluencia de visitantes no ha sido la que se esperaba. La lluvia ha sido la principal responsable para que la ciudadanía no se decida a acudir al zoológico tapatío.

“El pabellón se abrió apenas la semana pasada; esperábamos una buena afluencia pero desafortunadamente el tiempo nos lo impidió, las condiciones climatológicas no son favorables”.

Sin embargo, confió en que el clima mejore y el atractivo que representa Shuan Shuan sea valorado. Hasta el momento no se tiene certeza de que el número de paseantes haya aumentado, toda vez que el conteo, dijo, es “muy difícil”.

Pese a ello, quienes salieron de sus casas hacia el zoológico sólo tenían un panda en la mente; prueba de ello es la pregunta que todos hacen al entrar: ¿Dónde está Shuan Shuan?


PARA SABER

Además de China, sólo 10 países en el mundo cuentan con zoológicos en los cuales se tiene osos panda en exhibición; México es uno de ellos.

La reserva de osos panda en condiciones naturales en China es aproximadamente de dos mil animales. Sólo existen 35 ejemplares exhibiéndose en los zoológicos del planeta, por lo que se le considera una especie en peligro de extinción.

El 10% de las ganancias obtenidas con el cobro adicional para ver a Shuan Shuan en el zoológico será destinado a un programa de conservación de osos panda en la Ciudad de México.

Todo sobre Shuan Shuan

¿Dónde nació?
Llegó a este mundo en cautiverio, en el Zoológico de Chapultepec, en la Ciudad de México.

¿Quiénes fueron sus padres?
Los osos “Pepe” y “Ying Ying”.

¿Qué edad tiene?
Tiene 23 años, lo que significa que ya está en la edad adulta. En promedio, los pandas viven entre 25 y 30 años en cautiverio.

¿Cuánto tiempo nos visita?
Estará en el zoológico tapatío durante seis meses.

¿Cuál es el costo de la entrada?
Además de la entrada general (54 pesos por adulto y 30 pesos cada niño), para ver a Shuan Shuan hay que pagar 30 pesos adicionales por adulto y 15 por niño.