Trunca, la labor del Consejo de Seguridad Ciudadana

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2010).- Al ser un órgano dependiente del Gobierno municipal, el Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana de Guadalajara ha estado sujeto a los vaivenes de las administraciones en turno.

A 11 años de que el entonces alcalde Francisco Javier Ramírez Acuña propusiera su creación, cuatro administraciones después, el Consejo ha cambiado de presidente en tres ocasiones, ha quedado acéfalo en dos, (una de ellas por más de dos años), y debido a una disputa legal, ha operado con dos secretarios técnicos al mismo tiempo.

Actualmente y por tercera vez en su historia, el Consejo se encuentra en etapa de integración y a casi medio año de iniciada la administración de Aristóteles Sandoval Díaz, todavía falta más de un mes para que dicho proceso concluya, según explica su actual secretario técnico y quien fuera la primera persona en ocupar ese puesto, José Alfredo Plascencia García.

Entre las atribuciones y facultades que tiene el Consejo, se encuentra la de verificar que las autoridades presten adecuadamente el servicio de seguridad pública; promover la profesionalización de los cuerpos policíacos; proponer acciones para prevenir el delito; ser el órgano municipal ciudadano para la consulta, análisis y opinión en materia de seguridad pública; y estudiar las situaciones estatal y municipal en el área de protección ciudadana.

Al término de la pasada administración, el órgano entregó al ex alcalde Alfonso Petersen Farah una serie de ejercicios, recomendaciones y posicionamientos. El actual primer edil, Aristóteles Sandoval, dijo que se tomarán en cuenta una vez que el nuevo Consejo quede integrado.

El recuento

Propuesto por Francisco Ramírez Acuña y aprobado durante el interinato en la alcaldía tapatía de Héctor Pérez Plazola, el Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana de Guadalajara quedó finalmente instalado a finales de 2002, durante la administración de Fernando Garza. Enrique Michel Velasco fue su primer presidente y José Alfredo Plascencia García su primer secretario técnico.

Una vez concluido el periodo de Fernando Garza y tras haberse realizado 13 sesiones ordinarias y extraordinarias, el Consejo quedó acéfalo por primera ocasión. Velasco renunció durante el primer semestre de la alcaldía del ahora gobernador Emilio González Márquez, en 2004.

Según Plascencia García, al inicio de su mandato como presidente municipal, González Márquez mostró interés en el trabajo hecho por el Consejo y prometió que se destinaría más presupuesto.

No obstante, dijo el secretario, “a partir de abril empieza una situación muy rara dentro del Consejo Consultivo, donde empieza una serie de señalamientos infundados hacia el presidente del Consejo y hacia un servidor, que no tuvieron ninguna resonancia excepto que empezó el ‘descabezadero’, se empezaron a retirar las gentes”.

Enrique Michel renunció en mayo porque “no vio condiciones ni interés de ese Gobierno municipal para seguir adelante”.

Luego de ese suceso, Plascencia García  continuó como secretario técnico pero sin las facultades para convocar a sesionar al pleno del organismo:

“De los 36 meses de la administración de Emilio, los primeros tres meses hubo sesiones en enero, febrero y marzo”. Relata que a partir de abril de 2004 hasta 2007 no hubo presidente, incluyendo una parte de la administración del sucesor de Emilio, Alfonso Petersen.

Al carecer de las facultades para convocar al Consejo, Plascencia García continuó como secretario técnico durante el resto de la administración de González Márquez, pero haciendo labores de asesor en materia de seguridad.

Durante la primera semana de la administración de Alfonso Petersen Farah, el entonces secretario general del Ayuntamiento, Alfonso Rejón Cervantes, lo destituyó del cargo.
Plascencia decidió interponer una demanda por despido injustificado.

El arribo de Suárez de Garay

Más tarde, a propuesta de Petersen Farah, la investigadora y especialista en materia de seguridad, María Eugenia Suárez de Garay, fue nombrada como la nueva presidenta del Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana de Guadalajara, que quedó integrado en febrero de 2008.

No obstante, después de 22 meses de litigio, en octubre de ese año, Plascencia García fue restituido en el puesto por un tribunal colegiado en materia laboral, pero no participó en el Consejo porque Leonardo Mier Bueno fue nombrado como secretario técnico, es decir que para esa fecha existían dos personas ocupando el mismo puesto.“Ya había un secretario técnico en funciones nombrado por el entonces presidente municipal Alfonso Petersen Farah (…) ellos decidieron seguir con el nombramiento de la anterior persona y yo esperé a que terminara la administración”.

Suárez de Garay dejó el cargo en julio de 2009, quedando el Consejo acéfalo por segunda ocasión hasta el fin de ese año. Bajo la presidencia de la investigadora, se realizó el primer diagnóstico ciudadano en materia de seguridad que integró una red de vocales en las colonias con más de 200 miembros.

El pasado 29 de abril, ya con Aristóteles Sandoval como presidente municipal,  Manuel Caro González, quien participó en el anterior Consejo, fue nombrado por el pleno del Ayuntamiento como nuevo titular del organismo.
El secretario técnico José Alfredo Plascencia García indicó que actualmente se revisa qué integrantes del pasado Consejo, según el reglamento, pueden participar en el nuevo. También informó que ya se envió el oficio a la Secretaría de Desarrollo Social para que se convoque a la elección de los representantes vecinales.

GUÍA

La estructura

¿Cómo se conforma el Consejo?

Según establece el Reglamento para Vigilar la Actuación de los Elementos de la Dirección General de Seguridad Pública de Guadalajara, el Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana se compone de un presidente, un secretario técnico y un representante por cada una de las siete zonas vecinales del municipio, que son elegidos por el Ayuntamiento de entre las propuestas que presentan las mismas asociaciones de vecinos.

¿Cuál es la participación de las autoridades?

El Consejo también se integra por los regidores presidentes de las comisiones edilicias de Seguridad Pública y Desarrollo Social, Humano y de  Participación Ciudadana del Ayuntamiento. Así mismo, por los titulares de la Dirección de Seguridad Pública municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, del DIF Guadalajara, de Prevención Social del municipio, y de la Procuraduría General de Justicia del Estado, quienes a su vez nombran un representante.

¿Cuáles otros actores forman parte?

Por parte de los organismos empresariales, se integra por un representante del Consejo de Cámaras  Industriales de la Entidad, de la delegación Jalisco de la Cámara Nacional de Comercio y de la Confederación Patronal Mexicana.
Además se compone por un representante de la Federación de Trabajadores del Estado de Jalisco, la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, y del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal.

PARA SABER

Después de contactarlos, el ex alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, y el regidor Karlos Ramses Machado (presidente de la Comisión edilicia de Seguridad Pública), se negaron a participar en esta pieza informativa.

Caminar hacia la metropolización de la Policía es inevitable: Suárez

La ex presidenta del Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana de Guadalajara y coordinadora del estudio “Justiciabarómetro-ZMG”, María Eugenia Suárez de Garay, aseguró que es inevitable caminar hacia la metropolización de la Policía, pero durante el proceso, los alcaldes se han entrampado en la discusión política; es decir, en la posibilidad del mando único en lugar de un mando coordinado y compartido.

“Debe generarse toda una gestión metropolitana en materia de seguridad. Tenemos que trabajar en esquemas muy novedosos, muy modernos de coordinación porque tenemos que generar seguridad compartida. Es una zona metropolitana, no nos queda otro remedio”.

Dicha coordinación, abundó la especialista, además permitiría el ahorro de recursos, de formación, de estrategias operativas y de inteligencia.

“Si solamente discutimos el mando único, nuestras discusiones son chiquitas, y son de un nivel de discusión política muy pequeñito”.

La también miembro del Instituto de Investigaciones en Innovación y Gobernanza de la Universidad de Guadalajara, advirtió que en el proceso sería un “error” no reconocer las características socioculturales, sociodemográficas y económicas de cada municipio. 

Por dar un ejemplo, la investigadora mencionó que Zapopan, en muchos sentidos, es un municipio mucho más rural que Guadalajara y que en el estudio del mundo policial no se pueden dejar de reconocer dichas diferencias.
“Ahí es donde a mí me parece que está el reto que hoy nos exige la Zona Metropolitana de Guadalajara”, precisó.

Dijo que la llamada guerra contra el narcotráfico no permite avanzar hacia la formulación de una política pública distinta en materia de seguridad. Lamentó que lo que prevalezca sea una política “de contención, de combate y guerrerista”, donde lo que se busca es avanzar en el despliegue territorial, en el endurecimiento de las penas, y en el combate de las consecuencias de la violencia y la criminalidad, más que en sus causas.

Criticó a las administraciones municipales que han colocado mandos castrenses al frente de las corporaciones policiales, como sucede en el caso de Zapopan: “Están militarizando una institución que tiene que ser por naturaleza civil”.

Propuso pasar de un modelo hegemónico de seguridad encargado del mantenimiento del orden y de la protección de las instituciones, a un paradigma de seguridad y modelos policiales al servicio de la ciudadanía, el respeto de la legalidad, los derechos humanos, la transparencia y la rendición de cuentas.

Finalmente, la investigadora advirtió que mientras no se acoja el modelo de la seguridad ciudadana, será muy difícil que las instituciones policiales se modernicen.