Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | APARADOR POR SERGIO RENÉ DE DIOS CORONA

Tren Ligero y ciclismo

Realzar las virtudes del Tren Eléctrico Urbano no significa aseverar que es perfecto. Tiene, eso sí, áreas que mejorar

Por: EL INFORMADOR

Sergio René de Dios Corona.  /

Sergio René de Dios Corona. /

De los transportes públicos que en este momento utilizamos en la zona metropolitana, destaca el Tren Eléctrico Urbano. No contamina, lo cual es una ventaja para una ciudad que se ahoga cada vez más en los detritus que arrojan los escapes de los automotores. Es rápido, mucho más veloz que un vehículo particular o un camión, lo que permite llegar en menor tiempo a las estaciones. Es seguro, si se comparan sus escasos accidentes con aquellos en los que están involucrados los automotores. No es barato, comparado con el Metro de la Ciudad de México, pero tampoco tan abusivamente caro como ocurre con los servicios de taxis que, por como ejemplo extremo, se abordan en la Nueva Central Camionera o en el Aeropuerto.

Realzar las virtudes del Tren Eléctrico Urbano no significa aseverar que es perfecto. Tiene, eso sí, áreas que mejorar. Una de sus desventajas es que sólo llega a escasos puntos de nuestra urbe. A pesar de las bondades de este transporte, los últimos gobernadores no le apostaron a incrementar las dos líneas que actualmente funcionan. El nulo desarrollo de más líneas significó estancar el crecimiento del llamado Tren Ligero y el transporte público metropolitano.

Las administraciones estatales y federales se han inclinado más por invertir en obras que favorecen el transporte en automóviles, en apoyar a las clases medias y altas poseedoras de vehículos automotores, que a quienes padecen el pésimo transporte de los camiones. La desigualdad social tapatía se advierte también en el transporte: una minoría beneficiada con las políticas en materia de movilidad urbana; una mayoría que padece incómodos, contaminantes y peligrosos camiones. De ahí a privatizar espacios urbanos, como las avenidas, en beneficio de quienes tienen mayor capacidad de pago, no hubo más que un paso, como se pretende ahora con la criticada Vía Exprés.

Además de no empujar el desarrollo del Tren Ligero, las autoridades nada o poco se han interesado en desalentar el uso de los automotores y apoyar medios de transporte como las bicicletas. O las construyeron malhechas, como la supuesta ciclovía que la Secretaría de Vialidad trazó en Zapopan.

Las asociaciones de bicicleteros han llamado la atención una y otra vez sobre las ventajas de treparse a estos vehículos, en proteger a quienes los utilizan, en promover más su uso, en abrirles rutas especiales y, en sí, llegar a una cultura urbana ciclista, masiva. Mientras el Gobierno estatal apunte la mira para otros lados, seguirán esperando alternativas de probada eficacia, como sería una red de líneas del Tren Ligero y el impulso masivo a la cultura urbana ciclista.

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