Trasladan a integrantes de banda de secuestradores a Puente Grande

GUADALAJARA, JALISCO.- La Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ) levantó el arraigo en contra de seis presuntos secuestradores, integrantes de un grupo delictivo que operaba en el Estado de Guerrero.

Una vez que se levantó la medida cautelar, se les cumplimento una orden de aprehensión obtenida en el Juzgado Primero de lo Penal de Puerto Vallarta, por los delitos de secuestro, secuestro en grado de tentativa, extorsión y robo calificado.

Los presuntos integrantes de la banda son: Fidel Farías Vargas, de 39 años de edad, oriundo de Guerrero, con domicilio en el municipio de Tomatlán, Jalisco; Filiberto Mendoza Aguilar, de 49 años, oriundo de Guerrero, también con domicilio en Tomatlán; Alejandro Mendoza Meráz, de 28 años, hijo del anterior detenido y también oriundo y vecino del Estado de Guerrero.

Asimismo, Martín Gómez Laurel, de 38, originario de Guerrero pero con domicilio en Tomatlán; Juvenal Valdovinos Valencia, de 41, originario de Michoacán, con residencia también en el municipio de Tomatlán, y por último Ramón López Meráz, de 20, quien vive en Petatlán, Guerrero.

La captura fue realizada por elementos de la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco, del Ejército Mexicano y de la Policía Municipal de Tomatlán, el pasado 15 de diciembre, luego de que intentaron robar a mano armada una camioneta, con la que, confesaron, iban a cometer el secuestro de un electricista. Al ser investigados por agentes de la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro se estableció que conformaban un grupo delictivo, venido del Estado de Guerrero, que pretendía llevar a cabo una serie de secuestros en la zona de Tomatlán, y se les identificó como los mismos que plagiaron a un menor, de 14 años de edad, estudiante de secundaria perteneciente a una familia dedicada a la venta de materiales para construcción y la agricultura.

El adolescente fue secuestrado en la calle José María Morelos, en el municipio de Tomatlán, el 29 de septiembre de este año, y lo mantuvieron en un cerro cercano a la localidad de Campo Acosta. Fue liberado el 2 de octubre de 2009, luego de que obtuvieron 600 mil pesos, aunque en un principio exigían seis millones de pesos. No obstante el pago del rescate, los ahora detenidos continuaron haciendo llamadas para exigir un millón de pesos a la familia del menor. Dicho secuestro fue planeado por Fidel Farías y Filiberto Mendoza, éste último fue empleado en el negocio de materiales para la construcción del papá de la víctima y fue quien “puso el jale”.

También se estableció que fueron los mismos que en el Estado de Guerrero ya habían cometido otro secuestro, en enero de este año, por el que cobraron 800 mil pesos.

Tras su detención les aseguraron dos pistolas tipo escuadra, ambas del calibre .9 milímetros, una más pero del calibre .38 Súper y una del calibre .22.