Trabajar por la gobernanza, reto social: Tomás López Miranda

GUADALAJARA, JALISCO.- En el momento actual, en el que la sociedad demanda un trabajo a favor de la gobernanza, entendida “como la corresponsabilidad entre la sociedad civil y el Gobierno”, se deben valorar las trayectorias de personajes ejemplares en la historia de Jalisco, como es el caso del impresor del siglo XIX, Dionisio Rodríguez.

Así se expresó el empresario Tomás López Miranda al recibir el Premio Dionisio Rodríguez, un galardón que se entrega anualmente a profesionistas jaliscienses destacados en el ámbito de las artes gráficas.

El personaje que inspira la presea nació en 1810, año de inicio de la Independencia de México, y murió en 1877, siendo reconocido como Benemérito de Jalisco por el Congreso estatal a los dos años posteriores a su deceso.

El homenajeado, en su intervención, insistió en que la sociedad aproveche al máximo los espacios abiertos para la participación ciudadana, y con ello contribuir a resolver en forma activa múltiples problemas que afectan la convivencia comunitaria. Llamó a utilizar estos accesos para enfrentar los conflictos que aquejan al país “mientras no se supere la partidocracia”.

Agregó: “¿Quién escucha los reclamos, sugerencias y exigencias de la sociedad? Más allá de escuchar, nos preguntamos si en realidad se nos atiende y si la sociedad está realmente interesada en la participación o si se limita a sobrevivir”.

Recordó que el caso de las explosiones del 22 de abril de 1992, con un saldo social de 210 muertos en cifras oficiales, marcó un momento clave en la participación de la gente, que tomó las calles y exigió justicia, de manera que luego de 18 años del tal suceso, “ya no se ha presentado un movimiento auténticamente ciudadano de esa magnitud”.

Ante la complejidad de los problemas sociales, como la contaminación ambiental de cuencas hidrológicas, la amenaza sobre nuestros bosques cercanos, como La Primavera y El Nixticuil, en el ámbito local; y en el plano nacional la reforma política, López Miranda subrayó que no se debe bajar la guardia y trabajar permanentemente  en forma propositiva.

Perfil

Tomás López Miranda.

Ha sido presidente de la delegación Jalisco de la Cámara Nacional de la Industria de las Artes Gráficas (Canagraf).

Fue coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ).

Miembro fundador de la Cadena de Desarrollo de Proveedores de la Industria Electrónica (Cadelec).

Presidente del Consejo Económico y Social de Jalisco (Cesjal).

Es Egresado de Administración de Empresas (UdeG) y tiene maestría en Desarrollo Humano en el ITESO.

Proponen trasladar sus restos a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres

Jalisco tuvo en el Siglo XIX un personaje fuera de serie: el impresor Dionisio Rodríguez Castillo (1810-1877), quien además de ser un destacado profesionista en el ramo de las artes gráficas, tuvo una visión adelantada para su época en sus labores como promotor de la educación y la filantropía.

El socio del Patronato del Premio Dionisio Rodríguez, Luis Enrique Reynoso Vilches, informó que la trayectoria del impresor a través de la Sociedad Católica de Guadalajara, fue antecedente de otras instituciones educativas y de beneficencia, como el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) al igual que Cáritas, por citar algunas.

En su trayectoria figuró su paso por el Seminario Conciliar, la escuela de derecho y también se desempeñó como diputado federal al ser elegido para tal cargo en 1846.

Así mismo, fue promotor y director de la Escuela de Artes y Oficios, ayudó económicamente a la construcción de la Penitenciaria del Estado, así como de hospitales y escuelas públicas, y apoyó la construcción y remodelación de varios templos en la Perla Tapatía.

En su labor como impresor, este entrevistado resaltó que el trabajo de Dionisio Rodríguez implicó la edición de más de 600 títulos, lo que conllevó una gran repercusión en la difusión de la cultura. En la cultura popular, el más conocido es el Calendario de Rodríguez, una publicación muy útil en diversos temas, como astronomía, meteorología, civismo e información religiosa que permanece hasta nuestros días con un enfoque regional  para el Occidente del país.

A fin de que las nuevas generaciones conozcan el perfil y la obra de este personaje, Reynoso Vilches comunicó que se gestiona ante el Congreso de Jalisco el traslado de los restos mortales —que actualmente reposan en el Panteón de Belén— a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

Hizo mención de que la simpatía que gozaba ante la ciudadanía tapatía, se mostró cuando a su sepelio acudieron 15 mil personas, casi 20% de la población que tenía Guadalajara en 1877, que suponía 80 mil habitantes.