Trabajadoras de empresa coreana se manifiestan; niegan explotación

GUADALAJARA, JALISCO (06/FEB/2015).- Un grupo de empleadas de la empresa Yes Internacional se manifestaron la tarde de este viernes afuera de las instalaciones de la fábrica, en Mariano Otero 7490, en rechazo al operativo que derivó en la retención de cuatro coreanos que presuntamente se dedicaban a la trata de personas y abusaban sexualmente de las trabajadoras, según aseveraron autoridades federales y estatales.

Una de las empleadas, Viridiana, negó que fueran víctimas de explotación laboral y de abusos sexuales, además de que aseguró que nunca han sido privadas de la libertad: “Queremos que salgan libres los coreanos y que abran la fábrica porque hay muchas madres solteras que dependemos de eso y queremos la verdad. Muchos empezaron a decir mentiras, no somos esclavas, somos trabajadoras, necesitamos nuestro trabajo”.

De acuerdo a la trabajadora, ya lleva 13 años de laborar con los coreanos y nunca ha tenido problemas. Incluso, aseveró que los señalamientos de las autoridades de que los trabajadores no tenían seguridad social ni créditos para vivienda son falsos: “Tenemos todas las prestaciones, tenemos el seguro desde el primer día que empezamos a laborar, los menores de edad cuando se les contrata se necesita una autorización de los padres y así es como ellos entran, todo eso que se dice es mentira”. Los empleados tienen un salario de 700 pesos semanales además de las prestaciones, mayor que el sueldo mínimo, indicó.

Atribuyó el conflicto a las quejas de una de las empleadas, Patricia García: “Ella fue la que informó eso, ella dijo que había sido varias veces acosada, eso no es cierto, yo tengo 13 años conociéndolos y nunca me han hecho nada, ellos han sido muy buenas personas”.

 
Fiscalía asevera que sí hay maltrato y acoso

Por su parte, la Fiscalía General del Estado asegura que sí hay explotación laboral, malos tratos y acoso sexual, informó el titular, Luis Carlos Nájera: “Hemos demostrado  en este momento maltrato y el acoso hacia una de las menores, hacia un adulto”.

Según el fiscal, las mujeres maltratadas sienten afecto con sus torturadores y se niegan a denunciarlos: “Hemos detectado que las menores de edad están muy temerosas, (…) estamos buscando que empiecen a bajar poquito el temor que tienen porque aquí vemos un poquito lo que es el síndrome de Estocolmo, que la víctima empieza a sentir afecto con el victimario”.

Dijo que las víctimas no se dan cuenta de que son explotadas por lo que trabajarán con psicólogos para convencerlas de que sí eran víctimas de abusos.