Tormentas reviven el fantasma de ''Jova'' en la Costalegre de Jalisco

CIHUATLÁN, JALISCO (19/SEP/2013).- El fantasma del huracán “Jova” acecha al municipio de Cihuatlán. A casi dos años de que el meteoro categoría 2 golpeó a la comunidad del Sur de Jalisco, nuevamente las calles de esa localidad resienten los estragos de la temporada de ciclones. “Manuel”, la tormenta tropical que continúa en activo, facilitó que el Río Marabasco nuevamente saliera de su cauce e inundara varias zonas del municipio de la Costalegre.

De acuerdo con el alcalde Jesús Huerta Aguilar, durante el fin de semana fueron cuatro las zonas anegadas por las inundaciones; dos continúan en esas condiciones, por lo que “vamos a solicitar al Ejército que nos apoye para acercarles víveres y alimentos”, en tanto el nivel de agua disminuye y permite el ingreso de automóviles.

El camino hacia la comunidad de El Rebalse —donde se decía que los habitantes se “ataban” a un gran árbol que está en la plazoleta principal— aún está bloqueado al ingreso de automotores por la crecida de agua. Lo que antes era una brecha para acceder a ese sitio es ya un camino de asfalto, pero afectado por las inundaciones que provocó “Manuel”.

El primer edil de Cihuatlán expone que tanto ese sitio como Las Guásimas (aún más distante de El Rebalse) siguen incomunicados. Durante el fin de semana fue imposible acceder a zonas como Peñitas y Truchas, y El Pedregal (en las zonas altas de Cihuatlán), por las lluvias de la reciente tormenta tropical.

Pero el Río Marabasco no solo afectó a la comunidad de Jalisco y Colima en sus enseres domésticos; también incidió en pérdidas de alimento y futuras ganancias para los restauranteros. El agua que arrastra tierra se filtró a la laguna de Barra de Navidad, que hoy, junto al mar, luce un color predominantemente café.

Luis López, propietario de un restaurante aledaño a la laguna, explica que el azolve influye en la pérdida de fauna marina,: al filtrarse al agua dulce, facilita que almejas, ostras y langostas mueran por ausencia de agua salada.

Jesús Huerta asegura que las labores de la Comisión Nacional del Agua en el borde del Río Marabasco para evitar una futura inundación fueron buenas, pero insuficientes. Mientras, la gente que habita el primer cuadro del municipio, como Renata Pérez Gómez, lamenta que año con año y lluvia tras lluvia las calles de Cihuatlán luzcan repletas de arena.

• DAÑO EN LOS PLATANARES

“Manuel” deja su marca en el campo

CIHUATLÁN, JALISCO.- Como hace dos años, el campo de Cihuatlán resiente los efectos de un fenómeno meteorológico. Cuando ya la venta de plátano alcanzaba un precio que dejaba ganancia a todos, recuperado tras el paso del huracán “Jova” en 2011, la tormenta tropical “Manuel” llegó.

Reportes girados al alcalde Jesús Huerta Aguilar precisan que entre mil 700 y dos mil hectáreas de platanares en Cihuatlán quedaron bajo el agua del Río Marabasco. No obstante, trabajadores entrevistados por este medio aseguran que no todo resultó perdido, pues “unas cuantas” de las pencas no están enlodadas, lo cual salvaría al producto.

Sin embargo, Huerta Aguilar refiere que el hecho de haber sido alcanzadas por el agua sí incide en las certificaciones para exportación. “Cuando antes (los productores de plátano) cobraban 40 centavos por kilo, hoy ya cobraban tres pesos. Y otra vez nos pega”.

Pero, a decir de Belén Hernández, residente del primer cuadro de Cihuatlán, el daño es aún mayor porque hay “ciertos patrones” que deciden simplemente ahorrarse el día y no pagar a sus empleados en días de lluvia. “Y es cada año, cuando llueve. Mi papá y mi marido trabajan ahí y ni siquiera les dan aguinaldo”.

En Cihuatlán, cuatro de cada 10 personas en edad de trabajar encuentran empleo en los platanares, según el alcalde. Pero de acuerdo con más ciudadanos consultados, son escasos los que cuentan con seguro laboral. Incluso hay quien asegura desconocer “qué son las prestaciones laborales”.