Tlaquepaque “se la piensa” para cerrar su rastro

TLAQUEPAQUE, JALISCO (26/MAY/2010).- A diferencia de la decisión  que ya se tiene en Guadalajara para cancelar la matanza en el rastro municipal para que esta actividad se traslade al nuevo matadero Tipo Inspección Federal (TIF) que se instala en Acatlán de Juárez, el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, comentó que de momento no se tomará una decisión sobre el tema hasta que se conozca “cómo se encuentra el rastro de Tlaquepaque en sus relaciones de costo y beneficio para la administración municipal”.

Cabe referir que el alcalde tapatío, Aristóteles Sandoval Díaz declaró que el rastro principal de su municipio, cancelará su matanza, cuando entre en funciones el rastro de Acatlán, debido a la obsolescencia de las instalaciones municipales.    

De entrada, Miguel Castro reconoció que el rastro de la cabecera de su municipio cuenta con limitaciones en los aspectos sanitarios y de ecología. Por el momento, dijo que no desea “expresar una opinión imprudente”, sobre la posibilidad de que se cancelara la operación de la matanza.

En  cuanto a la valoración de la relación costo-beneficio de la operación del rastro de Tlaquepaque, mencionó que esto supondrá analizar el impacto del centro de matanza en varios aspectos, como el número de trabajadores que ahí laboran y el hecho de que actualmente un volumen importante de la carne del mercado local procede de fuera de Jalisco porque aquí no tenemos rastros que respondan a los requisitos que se exigen en los grandes canales de distribución de la carne.

Reconoció Miguel Castro que se tienen problemas importantes en la operación del rastro en lo que concierne a la adecuada disposición de los desechos que se originan en el proceso de la matanza.

Por cierto, el rastro de la cabecera de Tlaquepaque maneja cifras muy inferiores al de Guadalajara. Como ejemplo, sacrifica en promedio diario de 80 a 90 reses, contra 600 que se sacrifican en el rastro tapatío, según lo informó el director del matadero, Salvador García Morales. Este funcionario también detalló que la plantilla laboral del rastro de Tlaquepaque se compone de 110 trabajadores de base.

García Morales refirió que actualmente, debido a la restricción sanitaria que se tiene sobre el hígado de res, esta víscera se decomisa y se manda a una planta de rendimiento ubicada en el municipio de El Salto.

También comunicó que en breve la empresa Apelsa instalará un tanque de acero en las instalaciones del rastro para que ahí se depositen la sangre, las pezuñas y los cuernos de las reses, para que posteriormente estos órganos sean llevados a una planta industrializadora.            

EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO