Jueves, 28 de Noviembre 2024
Jalisco | Viven 62 familias en el lugar

Tlajomulco localiza asentamiento irregular sobre el cauce de un arroyo

Aún cuando algunos habitantes dudan del peligro, el ayuntamiento fijó un plazo de dos semanas para la reubicación

Por: EL INFORMADOR

Después de una década, el Ayuntamiento descubrió este asentamiento irregular sobre el Arroyo Seco, en de San Agustín. A. GARCÍA  /

Después de una década, el Ayuntamiento descubrió este asentamiento irregular sobre el Arroyo Seco, en de San Agustín. A. GARCÍA /

TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (20/JUN/2010).- Aunque tienen más de 10 años habitando el sitio, 62 familias asentadas de manera irregular en el poblado de San Agustín, en Tlajomulco de Zúñiga, fueron “oficialmente” detectadas por el Ayuntamiento.

Tras una década transcurrida, los intentos por reubicar a los pobladores del Arroyo Seco ni siquiera habían sido teoría. Pero ahora es conocimiento de la autoridad que hay un riesgo de inundación y de colapso en varias de estas viviendas, ubicadas en pleno cauce del arroyo, por lo que han iniciado pláticas con ellos para reubicarlos a la brevedad.

“Tengo instrucciones de resolver el asunto, en términos de lograr que ellos (los paracaidistas) tuvieran el interés de reubicarse, y tratar de negociar con el Gobierno del Estado y el municipio la posibilidad de que les habiliten una vivienda en algún fraccionamiento que esté por aquí, con las mayores facilidades posibles”, refiere el director de Desarrollo Social en Tlajomulco, Juan Carlos Cornell.

En un recorrido se constató que cada una de las fincas tiene escaleras de acceso de al menos un metro de alto, para impedir que entre el agua de las lluvias que circula de manera natural sobre el arroyo.

La mayoría de estas construcciones carecen de una estructura definida y los peldaños para ingresar son irregulares, lo cual vuelve riesgoso el andar de la gran cantidad de niños y ancianos que viven ahí.

Para los habitantes, las fuertes inundaciones que azotan al sitio en cada temporal no son motivo de preocupación: los accidentes en el lugar “casi nunca ocurren” y, según ellos, “nadie se mete con nadie”, por lo que hay quienes desisten de salir de ahí.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Tlajomulco ha establecido un plazo máximo de dos semanas para conseguirles vivienda y, eventualmente, derribar los inmuebles para efectos de que nadie más llegue a habitarlos:

“Tenemos, más o menos, el consenso generalizado de quienes habitan ahí para poderse reubicar; esperamos hacerlo en las próximas dos semanas en el fraccionamiento conocido como “Las Chivas” (...) eventualmente, los que no alcancen a estar ahí, los reubicaremos en alguna casa de renta, con la perspectiva de encontrarles una solución un poco más adelante”.

Al ser cuestionados sobre el riesgo e ilegalidad de la zona en la que se encuentran, los habitantes reconocieron plenamente que invaden un terreno federal, por lo que tanto los servicios de luz y agua los obtienen de manera ilícita: “La CFE (Comisión Federal de Electricidad) nos dijo que no podía entrar a instalarnos, por eso agarramos (luz) de afuera, de unos postes”.

Por otra parte, el agua llega gracias a un sistema de mangueras interconectadas que, según mencionan, “jalaron” de un fraccionamiento aledaño, cercano a Santa Anita. Las decenas de conductores de agua se encuentran en plena calle y llevan el vital líquido a todos y cada uno de los domicilios.

De acuerdo con el funcionario, 90% de las personas que habitan el sitio ya ha accedido a reubicarse; el resto se rehúsa.

“Quiero hacer bien la negociación, decirles: ‘tengan, aquí están las llaves de sus casas, la camioneta para que suban sus cosas, pero háganme el favor de tumbar sus casas, para que ya nadie más las vuelva a habitar’”.

Después de la reubicación, la autoridad pretende que el canal se convierta en un colector pluvial abierto.

La historia que se repite en El Briseño

María lleva más de seis años viviendo en la calle San Francisco de la colonia El Briseño, en Zapopan. Cada temporal, le llega la misma sensación de incertidumbre por no saber si perderá los pocos objetos materiales que tiene en su pequeña casa de adobe, que parece sostenerse con mucho esfuerzo.

Cuando recién se instaló en la colonia, las lluvias la tomaron por sorpresa, y el agua entró a su casa arruinando todo lo que estaba a su paso:

“Tenía mi ‘refri’ y mi estufa nueva, y ándale cuando se inundó pues todo se me echó a perder. Lo bueno es que después los del IJAS me apoyaron, me dieron un tanque de gas, una estufa, ropa, zapatos y despensa, pero nada más en el tiempo de lluvia”.

Cada año, María levanta una barda con tabiques en la puerta de entrada de al menos un metro de altura, y forma improvisadamente unas escaleras para ingresar a su hogar. Es la única manera que tiene de protegerse.

Ya ha pensado en cambiarse de casa, pero su situación económica se lo impide, pues es madre soltera de dos niños de seis y nueve años, la casa se la presta un familiar y no tiene otro lugar a donde ir.

Con todos estos problemas, María sólo tiene una opción cuando la lluvia arrecia y amenaza con traer desgracias: se refugia con Doña Martha, la única vecina de la cuadra que tiene casa de dos pisos y está construida con concreto.

El principal problema, lejos del Arroyo Seco que atraviesa El Briseño, radica en que toda el agua que baja por Periférico Poniente desemboca precisamente en esta calle, ubicada a orillas de la vía. Ante esto, los vecinos ya tienen previsto colocar costales con arena para contener la corriente.

El Garabato y el colector que nunca se concretó

El Garabato es un arroyo que recientemente fue limpiado por la Dirección de Servicios Municipales de Zapopan, pero la vida de quienes tienen sus casas colgadas de las orillas dista de mejorar.

Pese a todas las inclemencias, los habitantes se rehúsan a ser reubicados, según lo aseguró el director de dicha dependencia, Rubén Leyva.

“La Dirección de Protección Civil ha estado en constante comunicación con los vecinos, ya se han levantado apercibimientos de las casas en riesgo”.

A lo largo del arroyo hay puentes improvisados que los mismos vecinos construyeron para cruzar todos los días.

Van y vienen estudiantes, comerciantes y habitantes acostumbrados a jugársela sobre la peligrosa trampa.

Muy cerca del Periférico hay un puente hecho con madera y alambre que sólo utiliza una familia para ingresar a su casa. Sandra Alvarado comenta que el puente ya ha sido derribado en varias ocasionen por la misma corriente, dejándolos atrapados.

“Mis hijos ya se han caído de ese puente como dos veces y por eso cuando crece el arroyo mejor ni salimos, no vaya ocurrir una desgracia”.

Otro problema es el que viven los vecinos de la calle Santa Martha, de la misma colonia, donde los automóviles están estacionados en lagunas de lodo, pues no hay pavimento.

Ahí el temor ante la lluvia es mayor, debido a que el SIAPA dejó inconclusa la construcción de un colector, así lo refiere Francisco Becerra, presidente de la colonia El Briseño.

“En Santa Martha es una fuente de agua, en cuanto llueve se mete a las casas. Hace dos años iniciaron los trabajos, el año pasado quedaron en entregarlos en abril, y luego en septiembre, y el SIAPA nomás no ha venido a resolver”.

La señora Irene Pérez, vecina de la calle Santa Martha, es una de las más afectadas, y afirma que el alcalde Héctor Vielma les prometió una respuesta: “Vino hace 15 días y dijo que iba a comenzar a meter pavimento y que no se nos metiera el agua, que iba a venir sábado y domingo para recorrer todo. Pero ya no volvió”.

Recomendaciones

No arrojar basura en las calles.

No almacenar agua para evitar que se formen criaderos del mosco transmisor del dengue.

Revisar las condiciones de las instalaciones eléctricas, sobretodo las que se encuentran a la intemperie.

Bajo ninguna circunstancia caminar por las calles que presenten inundaciones, pues puede haber bocas de tormenta destapadas.

Para los automovilistas, no exceder la velocidad y manejar con total precaución.

En caso de toparse con una crecida de agua, detener el auto y esperar en una zona alta hasta que descienda el nivel, ya que pasar por el sitio a toda velocidad podría mojar el sistema eléctrico del carro.

Limpiar patios y azoteas para que no tengan basura, hojarasca o cacharros.

No estacionarse bajo los árboles o cerca de cables de alta tensión.

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