Viernes, 29 de Noviembre 2024
Jalisco | Desea que su gesto empuje a otros en su misma dirección

Su historia familiar lo convence de donar un riñón

José Alejandro le dona un órgano a alguien que no conocía

Por: EL INFORMADOR

Cooperación. El proceso de preparación para la cirugía fue muy pesado, pero para José Alejandro valió la pena. EL INFORMADOR / A. Camacho

Cooperación. El proceso de preparación para la cirugía fue muy pesado, pero para José Alejandro valió la pena. EL INFORMADOR / A. Camacho

GUADALAJARA, JALISCO (13/FEB/2015).- Eran las nueve de la mañana cuando el hombre de 38 años vio que llegaba la camilla con la mujer de 22. Como tenía puesto un cubrebocas, no alcanzó a verle la cara. Los médicos se preparaban para realizar la cirugía y José Alejandro pensaba. Se sentía feliz porque uno de sus riñones podría ayudar a Gabriela a luchar contra la insuficiencia renal crónica. Sin embargo, sabía que también podía rechazar el órgano. Esa posibilidad lo preocupaba.

Acodado en su escritorio, José Alejandro dice que le gusta cooperar. Como técnico consejero en adicciones ayuda a adolescentes de 12 a 17 años a superar el abuso en el consumo de drogas. Con el apoyo de la institución en la que trabaja, ya consiguió que algunos terminaran la secundaria.

José Alejandro no es el verdadero nombre de este hombre que decidió torcer el destino de una desconocida. Así se llamaba su padre, fallecido en abril de 2013. A José Alejandro esa pérdida lo marcó y lo motivó.

El día que se enteró de que su padre tenía cirrosis, José Alejandro trabajaba en otro Estado del país. Con el peso de la catástrofe encima, investigó y supo que podía donar parte de su hígado. Se dio prisa y planeó el regreso. Sin embargo, la mañana que llegó a Guadalajara su padre murió.

José Alejandro se sintió en deuda. La idea de donar parte de su hígado se volvió una piedrita en el zapato. De esa forma podría darle un regalo a su padre. Al ayudar a otra personas dejaría una huella que demostraría que no se quedó cruzado de brazos.

Rumiando esa idea fue como llegó, en mayo de 2014, al Nuevo Hospital Civil de Guadalajara. Allí le dijeron que en los Hospitales Civiles de Guadalajara —debido al escándalo de Rodríguez Sancho— no se realizaban trasplantes de hígado.

Salió del Nuevo Hospital Civil y se dirigió al Antiguo. Allí le hablaron de la donación de riñón. Fue al área de Nefrología. Pidió informes sobre el tratamiento. El responsable del área le dijo que un inadecuado proceso de preparación o de recuperación podía llevarlo a la muerte. Le comentó que podía desistir en cualquier momento. Hasta un minuto antes de la cirugía.

El proceso de preparación para la cirugía fue muy pesado. Pero José Alejandro no se rindió. Visitó al psicólogo, al psiquiatra, al urólogo, al nefrólogo, al odontólogo y al otorrinolaringólogo. En reiteradas ocasiones le hicieron pruebas de sangre, orina, excremento y saliva.

A pesar del cansancio, una llama de convencimiento seguía viva en su interior. En sus visitas, veía a personas con sondas, cansadas, amarillas. Lo curioso, dice, es que esas personas enfermas eran jóvenes. Se sentía contento porque al menos podría ayudar a mejorar la vida de una de ellas.

Actualmente, José Alejandro siente agitación física y en ocasiones le duele la herida que dejó la cirugía. Sin embargo, no se arrepiente de nada. El 3 de febrero no pudo verle la cara a Gabriela, pero dos días después la conoció en terapia intensiva. “Hola. Ojalá te sirva de algo mi riñón”, le dijo. La última vez que preguntó por ella le dijeron que se encontraba bien.

EL DATO
Hecho histórico


Hace unos días el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde” informó sobre la realización de dos trasplantes renales secuenciales “en dominó”, el primer caso registrado en México. Dos donadores altruistas espontáneos —uno de ellos José Alejandro— otorgaron un riñón en beneficio de pacientes que esperaban un trasplante.

En México, 19 mil 422 personas necesitan un trasplante

Según el registro más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México se realizan de 15 a 25 trasplantes de riñón por cada millón de habitantes. En Estados Unidos, que está entre los países líderes, se realizan más de 45.

El Registro Nacional de Trasplantes reporta que actualmente hay 19 mil 422 personas en México que necesitan un trasplante; 11 mil 581 necesitan un trasplante de riñón, siete mil 361 de córnea, 411 de hígado, 47 de corazón, 10 de riñón-páncreas, ocho de páncreas, dos de hígado-riñón, uno de pulmón y uno de corazón-pulmón.

En lo que va del 2015 se han llevado a cabo 279 trasplantes de córnea, 221 de riñón, 10 de hígado y tres de corazón.

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