Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

Silverio, jaque al poder

Su asesinato no hará sino crecer las leyendas de este personaje

Por: EL INFORMADOR

Diego Petersen Farah.  /

Diego Petersen Farah. /

Silverio Cavazos fue un gobernador polémico y un hombre de poder en su Estado. Su asesinato ayer a las afueras de su casa, no hará sino crecer las leyendas de este personaje, pero sobre todo, trastoca las estructuras de poder del Estado vecino.

Silverio llegó a la gubernatura de Colima por la vía de la tragedia. La muerte, en un avionazo, del gobernador Gustavo Vázquez Montes, abrió una rendija que Cavazos convirtió en puerta hacia la gubernatura. Se enfrentó a la clase política colimense y desde la presidencia del Congreso se convirtió en gobernador sustituto con un argumento: la gubernatura le tocaba a Tecomán y el político más fuerte de Tecomán después del gobernador muerto era él. Silverio Cavazos se hizo políticamente en esa, la ciudad agrícola de Colima, donde participó en el sindicato del municipio. Un sindicato de fama nacional porque le hicieron huelga a un alcalde panista quien no pudo entrar a su oficina durante meses y tuvo que despachar desde la sombra de un árbol en la plaza.

Llegó como un gobernador débil y prácticamente cooptado por el grupo de la Universidad de Colima. Pero la habilidad política de Silverio se dejó ver en la elección intermedia. Los únicos candidatos priistas que ganaron fueron los suyos, con lo que finalmente tomó el control del Estado. De ahí en adelante sólo se habló de dos cosas: de la fuerza de Cavazos y de los vínculos de algunos de sus familiares con el crimen organizado. De hecho esos fueron los elementos que decidieron la sucesión en la elección de 2009. La fuerza política de Silverio se impuso sobre el resto de los grupos políticos del PRI a pesar de las acusaciones sobre los familiares de Cavazos y los de su candidato, el actual gobernador Mario Anguiano Moreno, de quienes se decía estaban vinculados al narco, concretamente al grupo de Nacho Coronel. Anguiano ganó la gubernatura pero nunca tomó las riendas del poder que siguieron en manos de su padrino, Silverio Cavazos.

La caída de Coronel tuvo un efecto inmediato en Colima. La batalla por la plaza, fundamentalmente por el control del Puerto de Manzanillo, hizo del otrora Estado más tranquilo de México un polvorín. El asesinato de Silverio no es el de un ex gobernador, que en sí mismo es un hecho grave para el Estado mexicano, sino el asesinato del poder fáctico de Colima. Es, después del asesinato del candidato priista de Tamaulipas, que en la práctica era un gobernador electo, el personaje de más alto peso político de un Estado, tocado por el crimen organizado. Es más que un hecho violento que sacude a Colima, es un atentado que deja un vacío de poder que puede llevar al Estado vecino a una situación de ingobernabilidad que afectará a Jalisco.

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