Sillas llenas y opiniones diversas

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2013).- La sala de espera se llenó con pacientes que lucían yesos y tenían de accesorios muletas, también había niños acompañados de personas de avanzada edad. Los asistentes, en su mayoría, con caras largas y extenuados, apretujados entre los asientos, como si estuvieran anclados hombro con hombro, y el calor resalta la falta de un ventilador en la zona.
 
De la una de la tarde hasta tres horas después, fueron más las personas que ingresaron a la Cruz Verde Dr. Leonardo Oliva Alzaga que las que abandonaron sus instalaciones. Ya había personas de pie que esperaban atención médica.  Algunos, con sobres de radiografía en mano; iban a consulta para ver la evolución de sus lesiones, otros con hombros y dedos recién magullados, otros más necesitaban sólo un certificado médico.
 
Sagrario Reyes Salazar acudió desde ayer a la Cruz Verde en mención para tramitar un certificado médico, pero hasta hoy había perdido cuatro horas en espera y se mostraba molesta, sugirió más personal que atienda específicamente este tipo de trámites para agilizarlos.
 
Un dedo del pie derecho de Gloria Laureano Cruz se impactó contra un metal y transcurrieron más de 20 horas hasta que acudió hoy a la Cruz Verde para recibir atención,  no sabía que lo tenía fracturado, se mostró agradecida por el servicio y la atención mientras caminaba a pasos lentos con un cojín que protegía su pie.
 
El hijo Griselda González del Toro se cayó y se fracturó el codo, aún tenía el menor el uniforme de secundaria puesto. Llegó cabizbajo, sólo salían las lágrimas de un rostro de preocupación. "Es muy lento el servicio, para ser urgencias tuvimos que esperar que llegara el traumatólogo,  nos traían de un lugar para otro", exclamó la progenitora en tono de queja.
 
Hay personas que esperarán lo necesario por atención médica ya que se han conformado por el servicio que les dan en esa Cruz Verde, como María Inés García quién sufrió una caída y le duele mucho su hombro derecho, dice que hasta las seis de la tarde la atenderá la traumatóloga, pero aguantará. Recuerda que hace 20 años se quemó con agua caliente su mano derecha y en ese lugar, con un pequeño tejaban encima en ese entonces, la curaron y quedó conforme, "aquí me atienden muy bien cada vez que he venido".
 
EL INFORMADOR / EVERARDO MELCHOR