Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | SERPENTINA POR IVABELLE ARROYO

Seres extraños en La Americana

El mensaje es claro: estos tapatíos quieren autoridad, pero en el sentido más político del término

Por: EL INFORMADOR

Ivabelle Arroyo.  /

Ivabelle Arroyo. /

Entre Avenida México y Niños Héroes, a la altura de Chapultepec, hay unos seres extraños que pertenecen a una especie en extinción: unos ciudadanos.

Los seres en cuestión se parecen a todos los habitantes de la ciudad que quieren arreglar un problema, pero ni gritan consignas en la calle ni arman foros de élite para exigirle justicia a una autoridad sorda. Estos seres, empujados por los asaltos, el robo a sus autos, el robo a sus casas y la creciente violencia con la que son despojados de sus propiedades, hicieron uso de su condición de ciudadanos para involucrarse en la arena pública.

Me explico. En contra del ambiente de linchamiento que ha propiciado la insensata política del Gobierno federal, estos seres no están tomando la seguridad en sus manos. Lo que están haciendo es tomar la colonia en sus manos, le están dando carácter de público (en el sentido griego del término) a sus calles, y han acudido a la autoridad, con propuestas específicas, para que ésta cumpla con la tarea que le es propia: la del combate al delito.

La diferencia es sutil, pero brutal: ni pretenden atrapar (o matar) al ladrón ni buscan tener guardias blancas ni entienden que la seguridad se define con ejércitos en las calles. Hasta ahora, la civilidad de este grupo es sorprendente: dialogan con la autoridad, no le dan la espalda a la Policía y, por si fuera poco, proponen políticas públicas para recuperar la tranquilidad sin que cada habitante se sienta obligado a poner un arma debajo del colchón.

Empezaron con una carta que circuló de mano en mano y de Facebook en Facebook. La carta se tornó organización y ayer sostuvieron una reunión, con peticiones claras para el alcalde Aristóteles Sandoval. En resumen, los habitantes, paseantes y metiches de la zona ampliada de Chapultepec piden presencia policiaca en el abandonado módulo de seguridad ya existente en la Plazoleta Libertad, piden más agentes en bicicleta y piden facilidades para denunciar delitos. Quieren Policía, sí, pero también quieren alumbrado público y poda de árboles, para que la zona sea más habitable, más segura.

El mensaje es claro: estos tapatíos quieren autoridad, pero en el sentido más político del término, pues demandan una autoridad que les permita colaborar con denuncias para combatir, como le corresponde, las actividades delictivas.

Quizá peco de optimismo, pero esta red ciudadana posee dos elementos que no tienen los fascistas que piden uniformados en cada esquina ni los rebeldes estridentes que desconfían de la presencia de cualquier autoridad. Estos dos elementos son: un sano involucramiento en lo público desde la esfera ciudadana y un inusual reconocimiento de las facultades de la autoridad. Mal haría el Ayuntamiento en no atender este reclamo y mal harían ellos si intentan ir más allá.

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