''Se están desinflando''

Panistas que apenas estaban asimilando la debacle electoral de julio de 2009 a manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), calculaban en diciembre pasado que antes de que concluyera el primer semestre de 2010 habría elementos para medir a los nuevos alcaldes metropolitanos, entre los que hay varios “tiradores” para buscar la gubernatura de Jalisco en 2012.

Hasta ahora no tengo noticias de que en los círculos de Acción Nacional se cuente con resultados de encuestas que midan cómo van, ante los ciudadanos, los alcaldes Aristóteles Sandoval (Guadalajara), Héctor Vielma (Zapopan) o Miguel Castro (Tlaquepaque), pero hay panistas que aseguran que en su propio territorio sí se están evaluando, mediante encuestas, los escenarios para definir quién sería el mejor prospecto para contender por la sucesión de Emilio González.

Los aspirantes tienen rato moviéndose, buscando los reflectores, haciendo acto de presencia ante los medios de comunicación, a efecto de ir “posicionando” su imagen pública y procurando generar un efecto de “recordación” (con esos términos se expresan ahora los llamados diseñadores de mercadotecnia política), pero, eso sí, todos dicen estar sumamente ocupados en el desempeño de sus responsabilidades.

Entre los nombres que más se han mencionado en los grupos panistas para buscar la nominación a la gubernatura, recientemente han destacado tres. De un lado, considerados afines al gobernador, los secretarios de Gobierno, Fernando Guzmán, y de Promoción Económica, Alonso Ulloa; del otro, alineado y durante buen rato muy cercano al ex secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña (con quien fue subsecretario y sobrevivió en el gabinete presidencial luego de que éste dejó el cargo), el hoy diputado local Abraham González Uyeda.

De los dos primeros, se dice en los corrillos panistas que González Márquez ha optado por respaldar a Guzmán en sus aspiraciones, y hay quienes deslizan que, siendo un buen funcionario, atingente y eficaz en sus tareas, Ulloa “no ha levantado” y su imagen palidece frente a la del secretario de Gobierno.

En el caso de González Uyeda, la muy extendida interpretación de que su abandono de la coordinación de los diputados locales del blanquiazul fue una derrota que anticipaba el fin de sus aspiraciones en pos de la candidatura a gobernador parece haber fallado, y más bien se trató de una jugada para dedicar todo el tiempo posible a la búsqueda de apoyos entre los diversos grupos de panistas del Estado. El “destape” de su mentor Ramírez Acuña como prospecto para dirigir al PAN a nivel nacional podría darle oxígeno al diputado local.

De los jóvenes priistas que podrían ir por la candidatura, cada vez corre más entre los blanquiazules la idea de que se están torpedeando entre ellos y que han dejado pasar tiempo valioso, en el caso de los alcaldes, para ganar adeptos con miras a 2012. En pocas palabras, que “se están desinflando”.