Sandoval Íñiguez pide por vocaciones verdaderas

GUADALAJARA, JALISCO (23/OCT/2012).- En el marco de su onomástico y víspera de su 55 aniversario como sacerdote, el cardenal emérito, Juan Sandoval Íñiguez, habló durante la celebración eucarística en su honor. En su mensaje refirió a que las nuevas vocaciones  religiosas que surjan sean verdaderas y porque el señor no deje de llamar a los jóvenes a la vida consagrada.

Como cada 23 de octubre, Sandoval Íñiguez despertó con las tradicionales mañanitas al pie de la ventana de su casa, ubicada en el San Pedro Taquepaque. Durante 45 minutos el mariachi tocó melodías taurinas, mientras que Sandoval Íñiguez era felicitado por algunos de los fieles católicos que se dieron cita para celebrar al prelado.

Al rededor de las 06:45 horas Juan Sandoval se trasladó al ingreso principal de su residencia para recibir al mandatario estatal, Emilio González Márquez, quien llegó acompañado por su esposa Imelda Guzmán de León.

Cabe destacar que en esta ocasión pocos fueron los políticos que visitaron al purpurado, entre ellos estuvieron el presidente municipal de San Pedro Tlaquepaque, Alfredo Barba Mariscal; el empresario Julio García Briseño  y el director del DIF estatal, Felipe Valdéz de Anda.

Los religiosos pertenecientes a la congregación de los Misioneros, antes de que iniciara la celebración eucarística, fueron quienes amenizaron la fiestas con cantos religiosos y porras dirigidas hacia al Sandoval Íñiguezo; ''Cardenal, hermano, los misioneros te amamos''; ''Uva, pan e higo el cardenal es nuestro amigo''.

La celebración eucarística inició en punto de las siete horas y fue encabezada por Juan Sandoval Íñiguez y el cardenal emérito de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz Ossa .

Durante le homilía el sacerdote originario de Yahualica, se refirió a las vocaciones sacerdotales mencionando que para que se dé un verdadero llamado de dios los elegidos pasan por tres momentos: el eterno, el llamado y la respuesta libre. Durante la explicación, recordó que en una fiesta en San Miguel, cuando tenía 12 años de edad, un misionero lo invitó a incorporarse al seminario, reconociendo, que lo que llamó su atención fue que le prometían jugar; lo que dibujó una sonrisa en el rostro del jerarca católico.

Durante los primeros años, Juan Sandoval rememoró que su inquietud provocó que en varias ocasiones lo hubiera querido despedir del seminario, sin embargo, su intención por convertirse en un sacerdote provocó que se entregara totalmente a los estudios del propio seminario.

En entrevista, Sandoval dijo ser una persona agradecida con dios por haber sido llamado para convertirse en sacerdote, pues con ello evitó que sucedieran algunas desviaciones en su vida. Agradeció las condiciones de salud en las que ahora se encuentra, al considerarse una persona lúcida.

Adelantó que en el próximo mes viajará a Roma para tener dos reuniones importantes en el Vaticano.

Al finalizar la eucaristía se leyeron felicitaciones que desde Roma  que envió el Papa Benedicto XVI  a Sandoval Íñíguez

EL INFORMADOR / MARDIA MENDOZA