Ruido y crimen moldearán planes parciales tapatíos

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2013).- El Ayuntamiento de Guadalajara quiere incluir como criterios para la planeación urbana las variables de la contaminación auditiva y los índices de criminalidad de la ciudad, para ser considerados en los planes parciales de desarrollo urbano, de acuerdo al proyecto de una nueva reglamentación en la materia.

Es decir, los planes parciales serían diseñados valorando mapas de ruido “principalmente en zonas donde coincidan usos comerciales y habitacionales, tendientes a proteger a los habitantes de los efectos de la contaminación por ruido”; también estudios de movilidad y la variación de los índices delictivos para definir los giros permitidos y los prohibidos con los usos de suelo.

Lo que podría ser el nuevo Reglamento de Desarrollo Urbano tapatío, prevé que los planes parciales también marquen zonas específicas donde, de acuerdo a la capacidad de la infraestructura existente, se haría válido un coeficiente de utilización del suelo máximo optativo (Cusmax).

El Cusmax es un concepto hasta ahora inexistente, que le permitiría al desarrollador pagar por más niveles de construcción para su proyecto, sin rebasar los límites máximos fijados por el plan parcial correspondiente, para promover así la densificación de una ciudad que está en franco despoblamiento desde 1990, que se agrava ante la falta de alternativas de vivienda asequibles, y deviene en un crecimiento expansivo metropolitano con impactos negativos para el medio ambiente y la calidad de vida, según autoridades y especialistas.

De esta forma, si se concreta el proyecto de reglamento, ahora el Dictamen de Trazo, Usos y Destinos Específicos también marcaría de cuánto es ese Cusmax, por si el desarrollador quiere hacer uso de él, siempre y cuando el plan parcial así se lo permita en su predio (el Ayuntamiento ha fijado el objetivo de atraer en 15 años no menos de 150 mil habitantes, o 250 mil, en el mejor escenario).

La fracción del Movimiento Ciudadano tapatía se pronunció, sin embargo, en contra de un apartado del reglamento en estudio, donde se contempla multar a las asociaciones vecinales que no cumplan con obligaciones que ahí se establecen, como la recepción de solicitudes de anuencia para la instalación de giros o nuevas construcciones en sus colonias.

Estas anuencias, aclara el proyecto de norma, no son vinculantes para la autoridad, pero de no recibir las solicitudes, o no contestarlas en cinco días hábiles (en sentido positivo o negativo), habría sanciones que van desde una amonestación hasta multas de dos mil salarios mínimos.

El presidente municipal, Ramiro Hernández García, ha referido que si esta propuesta no obtiene el aval ciudadano, será excluida. La fracción del MC informa que el proyecto de reglamento está siendo evaluado por ciudadanos de los distritos 1 Centro Metropolitano y 2 Minerva, cuyos planes parciales no han sido actualizados.

EL INFORMADOR / LUIS HERRERA