Riesgo para 130 mil en El Ahogado

GUADALAJARA, JALISCO (08/SEP/2012).- El creciente desarrollo de viviendas, y por consecuencia el incremento poblacional en la Cuenca de El Ahogado, dejan vulnerables a las personas que habitan cerca de diferentes arroyos y en distintos trayectos a lo largo de sus recorridos.

Las zonas consideradas como focos rojos de inundación en la Cuenca de El Ahogado no constituyen una novedad para los cinco ayuntamientos de la Zona Conurbada de Guadalajara (ZCG) marcados por la misma, explicó, en conferencia de prensa, Héctor Castañeda Náñez, director de Cuencas y Sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua (CEA), quien detalló que, según los datos del Sistema de Información Geográfica de la Cuenca de El Ahogado (SIGCA), unas 130 mil personas habitan en puntos considerados inseguros.

El funcionario destacó que SIGCA entregó información sólo a cuatro de los municipios: El Salto, Tonalá, Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga. A Zapopan no se le dieron estos datos porque las autoridades municipales no asistieron a la capacitación; sin embargo, aclaró que éstos se conocen y están disponibles en internet.

La Cuenca de El Ahogado cuenta con una población de un millón 029 mil 567 habitantes (INEGI 2010) y una extensión de 50 mil 892 hectáreas, y Tlajomulco es el municipio que ocupa la mayor extensión, con 23 mil 800 hectáreas.

El SICGA identifica las áreas en riesgo por inundación y el número de viviendas afectadas en la Cuenca de El Ahogado en caso de una gran tormenta, que puede ocurrir en cualquier momento.

Castañeda Náñez comentó que esta información se nutrió con las estadísticas que los mismos  municipios entregaron a la CEA. Para evitar inundaciones es necesario que los ayuntamientos revisen sus planes parciales de desarrollo e inviertan en infraestructura hídrica.

“La situación no tiende a  mejorarse, sino más bien a agravarse, ya que no se considera el crecimiento de  los  cauces ni de los vasos que tiene la cuenca para regular tormentas pico, entonces lo que vas a tener es la misma agua que llueve, pero con menos poder de infiltración y con una mayor fuerza al estar escurriendo, y con más gente viviendo ahí”.

El funcionario calcula que se requieren entre dos y 2.5 mil millones de pesos de inversión en toda la cuenca para evitar inundaciones y rescatar los vasos receptores de agua, así como la demolición de las estructuras que impiden el libre tránsito en los cursos de agua.

Además, Castañeda Náñez exhorta a que se realicen trabajos de limpieza en los arroyos de la cuenca.