GUADALAJARA, JALISCO (26/JUL/2017).- Dos policías tapatíos fueron asesinados el 21 de julio tras atender un reporte de robo en un laboratorio de diagnósticos médicos ubicado en Circunvalación, casi al cruce con Belisario Domínguez. En el video que circuló en redes sociales se ve cómo ingresaron en el negocio sin amartillar sus armas y un hombre les disparó a quemarropa.Durante la manifestación que se llevó a cabo este lunes, en la que se exigió la renuncia del comisario municipal, Salvador Caro, uno de los participantes afirmó que los oficiales no estaban en condiciones de patrullar: uno tenía problemas de vista y el otro se encargaba de cuestiones administrativas. Sin embargo, Salvador Caro aseguró que ninguno de los uniformados contaba con un certificado de incapacidad parcial permanente, documento que elabora un perito médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el cual necesitaban para acreditar sus problemas de salud.“Un compañero tenía la recomendación de asistir a su médico familiar para que fuera valorado y entonces traer eventualmente el certificado”, dijo Caro.De acuerdo con el Consejo Estatal de Seguridad Pública, desde 2015 hasta la fecha se ha informado a las policías estatal y municipales que 258 de sus elementos (1.5% de los que fueron evaluados por el organismo) no pueden realizar labores operativas ni portar armas, pues diversos problemas de salud les impiden desarrollar estas actividades.A pesar de esta situación, no todos los policías han sido retirados de las calles. La secretaria técnica del Consejo, Ruth Gallardo Vega, estimó que hasta el momento 50% ha sido reubicado tal y como se sugirió a las corporaciones de seguridad.Detalló que 86 son estatales y 172 de todos los municipios de la Entidad. Explicó que en los chequeos médicos, que formaron parte de los exámenes de control de confianza, encontraron afectaciones relacionadas con la vista, las articulaciones, la obesidad e incluso la epilepsia.“Encontramos también como un foco rojo los trastornos depresivos y de ansiedad y sobre todo los que están siendo tratados por algún padecimiento que puede ser ya psiquiátrico con medicamentos de control”.En el caso de la obesidad, se recomendó a las autoridades dar seguimiento a través de ejercicio y sesiones con un nutriólogo, de modo que el servidor señalado pudiera regresar al puesto luego de bajar de peso.Nueve policías tapatíos se amparan para trabajar menosEl comisario tapatío, Salvador Caro, afirmó que hasta el momento la dependencia municipal tiene 227 dictámenes de incapacidad parcial permanente: 50 por accidentes o lesiones y 177 por diversas enfermedades.Sin embargo, destacó que nueve corresponden a oficiales que se ampararon. Estos elementos se niegan a trabajar turnos completos, no quieren utilizar el uniforme ni acatar órdenes de sus superiores.“No están imposibilitados para vestir el uniforme, conforme lo ordena nuestro reglamento interior, y tienen las capacidades plenas para cubrir turnos de hasta 12 horas, lo cual se niegan a hacer y gozan de salud para hacer labores de bajo riesgo: en cabina, intendencia, trabajo administrativo”.Caro, quien ofreció una conferencia de prensa para dar a conocer la situación laboral de los policías tapatíos, resaltó casos en los que uniformados intentaron engañar a la institución. Contó que en uno de ellos un policía falsificó documentos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para obtener una incapacidad a pesar de que el Departamento de Medicina del Trabajo del Ayuntamiento de Guadalajara determinó que luego de un año podía volver a sus labores.El funcionario acentuó que otro elemento afirmó tener una incapacidad parcial permanente por la fractura del dedo meñique. Cuando estaba a punto de ser “vencido” por la corporación, consiguió un dictamen en el que se señaló una lesión en un hombro que le impedía regresar al trabajo. TELÓN DE FONDOEnfermedades merman a Policía tapatíaIgnacio Salazar Mariscal, quien fue titular de la Dirección Operativa de Secretaría de Seguridad Ciudadana de Guadalajara, reconoció en 2010 que el municipio tenía una “policía enferma”.El 22 de junio de ese año, este medio de comunicación publicó que estadísticas del Ayuntamiento tapatío correspondientes a 2007, 2008 y 2009 mostraron que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) autorizó anualmente un promedio de ocho mil 029 incapacidades (equivalente a 49 mil 372 días fuera de sus labores) solicitadas por mil 633 uniformados.Lo anterior significó que 54% de la fuerza de la corporación (un total de dos mil 975 elementos) se incapacitó cada año.Pero esas cifras no contemplaron a 280 policías que tenían “incapacidad parcial permanente” por alguna lesión sufrida en cumplimiento de su deber.En 2009, los registros de la corporación señalaron que mil 796 elementos obtuvieron ocho mil 842 incapacidades del IMSS que sumaron 54 mil 83 días de ausentismo.En ese entonces, un policías percibía un salario mensual de 10 mil pesos. Por lo tanto, los 54 mil 083 días fuera del servicio público reportados en 2009 tuvieron un costo para el municipio de 18 millones 027 mil 666 pesos.LA VOZ DEL EXPERTOAtraer a jóvenes, clave para mejorar corporacionesGuillermo Raúl Zepeda Lecuona (Investigador del Colegio de Jalisco)El pasado 14 de julio, este medio de comunicación publicó que Jalisco arrastra un déficit de policías que afecta a las corporaciones. Mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda 300 agentes por cada 100 mil habitantes, el Estado tiene 183.3, según el Inegi. En contraste, la Ciudad de México registra 678.4 elementos y Baja California Sur, 318.7.Sin embargo, para el investigador del Colegio de Jalisco, Guillermo Raúl Zepeda Lecuona, no sólo se trata de contratar más policías, sino de tener mejores elementos.El especialista en temas de seguridad aseguró que el retiro de 258 oficiales con incapacidad detectados por el Consejo Estatal de Seguridad Pública no representa una afectación grave a la seguridad pública del Estado y sus municipios. Sin embargó, indicó que las comisarías deberían enfocarse en atraer a más jóvenes a las corporaciones.“Hace falta contratar más policías jóvenes, tratar de atraer a personal con más estudios para que estén mejor capacitados. No hacen falta más policías si no mejores policías”.Además, señaló que para mejorar las policías municipales, estas deben entrar en diversos procesos de certificación, así como constituir escuadrones especializados, de investigación y de reacción inmediata, para hacer frente a las diferentes dinámicas y a la amplia gama de servicios que requiere la ciudadanía.