Reportan casos de lesiones autoinfligidas en estudiantes

GUADALAJARA, JALISCO (10/AGO/2015).- Israel S. tenía 16 años cuando empezó a rascarse el dorso de la mano hasta sangrar. Cuando cicatrizaba la herida consiguió una navaja y siguió perforándose la piel, cada vez más fuerte y más constante, hasta que llamó la atención de sus profesores y compañeros de clase. Él fue parte de una moda llamada "cutting", de la que la Secretaría de Educación tiene conocimiento desde 2008, y se resume como heridas auto infligidas en la piel.

Información obtenida vía Ley de Transparencia reveló que este fenómeno ya causó que 35 estudiantes de educación básica, principalmente de secundaria, fueran atendidos por el área de psicopedagogía desde 2008 a 2014.

El problema es que esta moda vuelve: En lo que va del año suman siete casos que encienden alerta en la Secretaría de Educación, afirma el titular de la dependencia, Francisco Ayón: “Tenemos tres casos que siguen atendiendo desde 2013 y 2014. Son aspectos específicos en algunas primarias y secundarias; es un fenómeno que hemos revisado”.

Con la intención de llamar la atención, los estudiantes se lesionan con lo que ven a su alcance, desde sus propias uñas hasta plumas, tijeras y cutters. El problema se agrava cuando no reciben la atención que requieren y tienden a buscar otras herramientas para causarse daño.

LA VOZ DEL EXPERTO

“Buscan atención”

Cecilia Colunga (especialista en psicología)

Cecilia Colunga Rodríguez, coordinadora del Doctorado Interinstitucional de Psicología de la Universidad de Guadalajara, afirmó que los estudios en campo que han realizado ayudaron a esclarecer algunas de las causas de este fenómeno.

“Lo que hemos encontrado en estos casos son cuestiones de moda, de ser los más populares o de sentirse más identificados con grupos transgresores, no tanto como una situación de riesgo suicida, sino como una situación de llamar la atención”.

En el ámbito familiar los jóvenes que presentan este tipo de conductas, “buscan llamar la atención de los padres de alguna manera. Encuentran en este fenómeno una manera no sólo de hablarle a sus papás, sino a sus maestros, aunque la verdad es que a veces no son escuchados”.