Domingo, 24 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

—Remedos

La Guadalajara que alguna vez ostentó, orgullosa, la etiqueta de 'La Perla Tapatía' ha pasado a ser una pálida sombra, una triste caricatura de lo que fue

Por: EL INFORMADOR

Lo dice la ONU, insospechable —salvo prueba en contrario— de facciosa: la Guadalajara que alguna vez ostentó, orgullosa, la etiqueta de “La Perla Tapatía” y que mereció el elogio generalizado de “Ciudad Amable”, ha pasado a ser una pálida sombra, una triste caricatura de lo que fue...

—II—

No lo dice, ciertamente, con esas palabras exactas. Pero como si lo hiciera.

Un estudio elaborado por el organismo internacional, pondera la situación de mil ciudades en el mundo. Esta Guadalajara (“Tierra de Dios y de María Santísima”, se decía de ella) en que nos tocó vivir —a unos por azar, a otros por decisión personal— está entre las urbes a las que la ONU califica de “desiguales... con tendencia a empeorar en los próximos 15 años”: algo que debe interpretarse no precisamente como un augurio malévolo o como una maldición gitana, y sí, simplemente, como un pronóstico (entendido como señal por la que se conjetura, a partir de la ley de probabilidades, una cosa futura).

Al margen de cifras —difíciles de digerir, por su propia naturaleza— y otros parámetros abstractos, el estudio refiere que “en Guadalajara no se han creado programas de vivienda y de servicios de salud”. Lo prueban las “cartolandias” y los asentamientos irregulares que surgen por doquier. Lo prueban los miles de marginados que sobreviven dedicados al subempleo —el paso inmediato anterior a la delincuencia, según los sociólogos— o, de plano, a la mendicidad.

El estudio alude a otra ostensibles carencia de Guadalajara: “un transporte público preferencial para la población más pobre”. Eduardo López Moreno, director de la agencia ONU-Habitat, repara (“Público”, X-5-10) en que, en esa materia, “las soluciones que se están buscando son remedos de otras ciudades, como Bogotá” y subraya que “para una ciudad de casi cinco millones de habitantes, es impresionante que no exista una visión integrada de transporte público”.

—III—

Por supuesto, el estudio de la ONU sugiere posibles soluciones: “Conectarse a otras ciudades a través de trenes rápidos, descentralizar la ciudad y redensificar el centro histórico”.

Para ser más concreta y más explícita, a la ONU sólo le faltó la frase que condensaría los más caros anhelos de quienes quisieran que Guadalajara se reconciliara con su entrañable pasado: “En las próximas elecciones, vote por Mandrake el Mago”. (Eso, o resignarse a comprobar, dentro de 15 años, cómo se cumple, fatalmente, una de las Leyes de Murphy: “Nada es tan malo que no pueda empeorar”).

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