Jalisco | La ciudad y los días, por Juan Palomar Verea Reflexiones de una exposición La exposición de Foster puede ser fuente de reflexiones sobre el estado que guarda Guadalajara, y sus posibilidades Por: EL INFORMADOR 11 de marzo de 2011 - 05:11 hs La actual exposición del trabajo del arquitecto inglés Norman Foster en el Hospicio Cabañas, cuya visita es recomendable, puede ser fuente de útiles reflexiones sobre el estado que guarda Guadalajara, y sus posibilidades. Pero, ¿qué tiene que ver la ejecutoria de uno de los despachos más conocidos del mundo, sus a menudo espectaculares realizaciones, sus audaces planteamientos, con una ciudad lastrada de carencias y problemas? Casi nada, por un lado. Mucho, por el otro. Casi nada si nos atenemos a los aspectos más visibles de las obras de Foster. Una escala que con frecuencia requiere presupuestos multimillonarios propios de economías desarrolladas. Aeropuertos, grandes museos, espectaculares edificios e infraestructuras, nuevas ciudades completas: empresas que requieren una altísima inyección de recursos y suponen una consistente actividad económica en auge. Una utilización de los últimos adelantos tecnológicos para realizar las construcciones y para incorporar en ellas sofisticados sistemas estructurales y de aprovechamiento y conservación de energía. La realidad jalisciense es muy otra. Los recursos son limitados, la economía dista de haberse consolidado y tener la abundancia que los grandes proyectos expuestos requieren. La base tecnológica con la que contamos es también diferente: las características de los procesos constructivos existentes aquí son muy distintas. Esto no supone el conformismo, ni menos la aceptación de menores niveles de calidad o adecuación de las realizaciones locales. Supone el asumir la propia realidad y apelar a los recursos a nuestro alcance. Y sin embargo, hay, o debería haber, una serie de factores más profundos en los que reside la esencia de las grandes realizaciones que Guadalajara necesita, y que se pueden rastrear en los mejores proyectos de Foster. Uno de ellos reside en la capacidad de encarar con audacia y frescura los retos presentes. Arriesgarse a pensar de otra manera frente a los mismos problemas. Algunos ejemplos posibles en los que es necesario contar con ese vuelo: el rescate y la promoción del borde de la Barranca de Oblatos como detonante de la zona Norte de la mancha urbana; el aprovechamiento y redesarrollo del corredor ferroviario tapatío y de las viejas zonas industriales; la revitalización y densificación de la ciudad central; la consolidación y desarrollo de la zonas Sur y Suroriente de la zona metropolitana integrando un verdadero sistema de áreas verdes y agrícolas… Otra vertiente, inapreciable, que existe en la base de las lecciones de la exposición de Foster está en el entusiasmo constructivo. Ese mismo entusiasmo que en algunas de las realizaciones locales ha estado presente: piénsese en ciertas obras de Salvador de Alba o de Alejandro Zohn, en los sistemas constructivos del ingeniero Arroniz, en el ingenio popular que ha levantado una alta proporción de la ciudad con tino y solvencia. La exposición de Foster, sobre todo, refrenda la capacidad del hombre para intervenir la realidad con decisión y eficacia. Y con creciente responsabilidad frente a la indispensable sustentabilidad ecológica que la realidad, local y global, requiere. Y esto tiene todo que ver con nosotros. Temas La ciudad y los días Juan Palomar Verea Plumas de Jalisco Lee También ¡A la alza! El Lago de Chapala continúa mejorando su nivel; este es su registro hoy 22 de noviembre "Sin cuotas políticas", presenta Pablo Lemus a gabinete de gestión del Agua ¿A cuál concierto vamos, Guadalajara? Esta es la cartelera de este viernes 22 al 24 de noviembre Detienen a cuatro aficionados de Chivas por agresión a seguidor del Atlas Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones