Domingo, 06 de Octubre 2024
Jalisco | Salud pública. Esperan contar con procurador de órganos en cada hospital para 2014

Reducir la lista de espera, reto en trasplantes

En 2012, hasta octubre se realizaron apenas 16 trasplantes de hígado, principalmente en hospitales particulares

Por: EL INFORMADOR

El año pasado hubo 4 mil 227 solicitudes de órganos y 49 donaciones. EL INFORMADOR /

El año pasado hubo 4 mil 227 solicitudes de órganos y 49 donaciones. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (20/ENE/2013).- Hasta octubre pasado, en Jalisco había cuatro mil 227 personas esperando por un órgano, es decir, 487 personas más que en 2011 en ese mismo periodo. En 1999 la lista de espera era integrada por 541 pacientes.

Esto tiene que ver también con el incremento en enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, que representa la principal causa de insuficiencia renal en 60% de los casos y cuyo tratamiento más efectivo es el trasplante de riñón.

La gran mayoría de estos trasplantes se realiza con donaciones de vivo relacionado, es decir, de un familiar a otro. Los pacientes que están en lista de espera buscan obtener un riñón de cadáver. Según el Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT), hasta octubre, en Jalisco se realizaron 319 trasplantes de riñón de vivo relacionado y 60 de riñón cadavérico.

Esta cifra representa 20% del total de trasplantes que se realizan en todo el país, asegura el secretario técnico del CETOT, Agustín García de Alba Zepeda. Señala que el consejo deja una plataforma de trabajo a las siguientes autoridades, pero el reto es mejorar la lista de espera estatal.

Una de las acciones a realizar, y esperan que ayude, es que para 2014 se contará con un procurador de órganos en cada hospital con licencia, por lo que habrá más probabilidades de realizar trasplantes y disminuir esta lista.

“La Ley General de Salud cambió el año pasado y esto obliga a que en 2014 todos los hospitales deban tener un coordinador hospitalario de donación. Es una figura que en España fue la clave para mejorar las donaciones”.

Por otra parte, dado que la Unidad de Trasplantes del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” permanece cerrada desde la problemática administrativa en donde se vio involucrado el trasplantólogo y titular de la unidad, Luis Carlos Rodríguez Sancho, los trasplantes de hígado bajaron en el Estado. Los pocos que se hacen son en hospitales particulares y algunos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Hasta octubre, en Jalisco se habían realizado apenas 16 trasplantes de hígado, principalmente en hospitales particulares. Y como no hay un programa especial para este tipo de trasplantes, no hay una lista de espera. Jalisco realiza apenas 20% de los trasplantes del país, luego de haber sido primer lugar durante años, con el impulso de la Unidad de Trasplantes del Hospital Civil.

El Estado con mayor número de trasplantes hepáticos, actualmente, es San Luis Potosí, en donde, por cierto, trabaja el médico Rodríguez Sancho.

Para García de Alba Zepeda, el área de trasplantes en Jalisco requiere de una mayor fortaleza presupuestaria, por lo que espera que se otorguen recursos exclusivos.

La oportunidad de hacer un fideicomiso

A pesar de que los trasplantes de riñón siguen realizándose en Jalisco en instituciones públicas y privadas, lo que más preocupa es el mínimo número de trasplantes hepáticos, a cargo, sobre todo, de instituciones privadas. Lo que hace falta, opina el rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Héctor Raúl Pérez Gómez, es un esfuerzo conjunto desde el ámbito gubernamental en todos los niveles, con la asignación de recursos suficientes.

También se requiere que las propias instituciones de salud, tanto públicas como privadas, le entren al tema en lo que les corresponda, como en la cultura de la donación entre sus pacientes.

En el caso específico del Hospital Civil de Guadalajara, Pérez Gómez insistió en la necesidad “fundamental” de crear un fideicomiso para levantar el programa en el nosocomio: “Que tenga un comité técnico administrador en el que participe la autoridad de salud, la autoridad administrativa del Estado, la universitaria, la sociedad civil, para que de manera conjunta transparentemos el ejercicio de los recursos”. Con el fideicomiso también se podrían recibir aportaciones de organizaciones ciudadanas.

El rector aseguró que se requiere de una mayor voluntad política que se aprecie en mayor aportación de recursos.

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DONACIÓN DE VIVO RELACIONADO

Unen sus vidas

A María José Palacios y Magdalena Corona las une la sangre; son primas hermanas. También las une una hermosa amistad desde pequeñas; crecieron juntas y tienen la misma edad, 24 años. Y todavía hay algo más.

A los 19 años de edad, en abril de 2007, María José fue diagnosticada con insuficiencia renal en un estadío avanzado. El médico le dijo que no era candidata a un trasplante, pero la esperanza muere al último: después de más exámenes, la respuesta fue diferente.

Comenzó el vaivén de exámenes médicos entre sus familiares directos, quienes, sin pensarlo, levantaron la mano para regalar un riñón a María José. Sus hermanas eran pequeñas, por lo que no eran candidatas a donar. Su madre tampoco fue compatible y su padre sí, sólo que, por una enfermedad crónica, llevaba muchos años tomando medicamento, por lo que su riñón no era apto para ser trasplantado.

Fue entonces cuando Magdalena, o Magdys, como la llaman sus personas cercanas, tomó una de las decisiones más importantes y desinteresadas de su corta vida: darle un riñón a su prima hermana.

“Era algo que me decía dentro de mí, que yo tenía la oportunidad de hacerlo, y tomé la decisión; hablé con mis papás y me dijeron que era libre de decidir eso, que era mi cuerpo, que era mayor de edad, pero que lo pensara bien”.

Tras los análisis correspondientes de compatibilidad se comprobó que sí se podía hacer el trasplante, el cual se realizó el 14 de mayo de 2008, cuando ambas ya tenían 20 años.

Como donadora, Magdys, ha tenido que hacer muchos cambios, lo que le ha hecho estar más sana, pues tuvo que cambiar sus hábitos tanto alimenticios como de vida en general. Este episodio también le hizo conocer su verdadera vocación de trabajadora social, y la enseñó a no ser indiferente al sufrimiento de los demás.

El “acto de amor”, como ella denomina a la donación, hizo que tanto ella como María José abrieran la fundación Guerreros del Riñón AC, con la que apoyan a enfermos de insuficiencia renal y hacen tareas de prevención. La asociación está en proceso de registro en el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), con lo que podrían acceder a ciertos apoyos; por lo pronto, trabajan con apoyo de donaciones.

“Nos unió una hermandad muy especial, nos cuidamos y, ahora, a aprovechar la oportunidad que Dios nos está dando”.

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