Miércoles, 09 de Octubre 2024
Jalisco | Las autoridades culturales abren espacios para esparcimiento masivo

Recuperan Paseo Chapultepec con cine, conciertos y títeres

La actividad más destacada de la jornada fue el concierto del grupo tapatío Plástiko, que logró convocar a más de cuatro mil personas

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- En medio del bullicio y los acordes de varios conciertos de rock, la algarabía de la puesta en escena de una obra con títeres y hasta con la proyección pública de “Manhattan”, un clásico de Woody Allen, las autoridades culturales del Estado y de Guadalajara, reinauguraron ayer el Paseo Chapultepec en la homónima avenida que, pese a los trasiegos de la gran urbe, sigue siendo una de las vías emblemáticas de la ciudad.
La actividad más destacada de la jornada fue el concierto del grupo tapatío Plástiko, que logró convocar a más de cuatro mil personas en el cruce de Chapultepec y Justo Sierra.

La apuesta de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, de la Dirección de Actividades Culturales de la Secretaría de Cultura del Estado y de la Dirección Jalisco es Uno, también del Gobierno estatal, fue la vuelta del público masivo a los espacios tradicionales de la avenida Chapultepec, después de las obras de remodelación que por meses, bloquearon el paso a los peatones e incluso, parecían tragarse las numerosas estatuas y monumentos de la que popularmente es conocida como “la más elegante” de las avenidas en la capital jalisciense.

La remodelación, que concluyó con una breve ceremonia oficial apenas el pasado viernes, en un gesto que simbolizó la entrega de la avenida a la ciudadanía, ya con las obras terminadas, generó una natural controversia entre quienes ven la opción de nuevos espacios para la recreación y quienes añoran los objetivos que perseguía el proyecto original de la avenida que por muchos años llevó el nombre Lafayette.

Sin embargo, por encima de las diferencias de opinión, la de Chapultepec es sin duda una de las vías más gratas y bellas de Guadalajara, y a ello contribuyen sus zonas arboladas, camellones, jardineras, fuentes y monumentos.

Fue en 1948, cuando Jesús González Gallo era gobernador de Jalisco, que se urbanizó la colonia y tomó forma la avenida, que también fue objeto de una remodelación previa a la de este año, como la de 1960.

La avenida Chapultepec es tan célebre como breve, pues nace en su confluencia con Avenida México y termina en Washington. Sin embargo, en ese espacio ostenta una gran cantidad de monumentos que ya son parte del imaginario popular.

En su extremo Norte aparece Ignacio Zaragoza –de cuerpo entero, como todos los demás–. Después, en el cruce con Vallarta, dos libros de bronce son un monumento a la institución jurídica del Juicio de Amparo y a sus creadores: Ignacio Luis Vallarta y Mariano Otero. Sobre el cruce de Pedro Moreno está la estatua de Vicente Suárez y en la medida que se camina hacia el Sur, aparecen Juan de la Barrera, Juan Escutia, Francisco Márquez, Agustín Melgar y Fernando Montes de Oca.

En el encuentro de las avenidas Niños Héroes y Chapultepec se levanta un vertical monumento de cantera rosa y gris, que soporta a una enorme Madre Patria, cubierta por larga túnica. A sus pies, un águila devora a una serpiente y en la base, atrae la vista un bajorrelieve en bronce, con el grupo de cadetes de la gesta del Castillo de Chapultepec. El conjunto escultórico es obra de Juan Fernando Olaguíbel, autor también de La Diana Cazadora, y el pétreo Pípila, de Guanajuato. Aunque aquí aparenta terminar la avenida, sigue en realidad hasta desembocar en avenida Washington, donde hay otro monumento, dedicado éste a los Héroes de Veracruz, de la batalla del 21 de abril de 1914.

Las fuentes son también un atractivo principal de la avenida. De acuerdo con el proyecto original, debía haber 22 fuentes en 11 cruceros; una gran fuente además en el extremo Norte y en el extremo Sur, un espejo de agua, desde avenida Niños Héroes a la calle Vidrio, que reflejaría al monumento de la Madre Patria. La falta de presupuesto permitió finalmente, sólo ocho fuentes.

Además, entre las calles Morelos e Hidalgo se halla el llamado “Jardín del Comercio”, que albergó una bella escultura, réplica del Renacimiento italiano, que se perdió. Y entre Hidalgo y Justo Sierra queda la plazoleta conocida como el “Rincón del Sevillano”, lugar preferido por los jóvenes en décadas pasadas.

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