GUADALAJARA, JALISCO.- En Cuautitlán de García de Barragán, uno de los municipios jaliscienses enfrascados en el conflicto limítrofe con Colima, “la situación ha sido difícil y cada vez se complica más”, refirió el primer edil, Gerardo Palacios Campos, quien lamenta que autoridades colimenses realicen trabajos de construcción en las comunidades de El Platanar y Las Posadas. Palacios Campos dijo que la situación se ha tornado crítica, y que los actos del Gobierno de Colima “generan incertidumbre en la sociedad, descofianza, molestia y mucho hostigamiento a las personas que tienen su sentido de pertenencia a Jalisco”. Lamentó que algunos de los habitantes de Cuautitlán se han visto obligados a dejar sus tierras por el acoso por parte de autoridades colimenses. “Muchos de los habitantes han tenido que salir de sus comunidades, se han tenido que amparar, se han tenido que proteger de las arbitrariedades que comete el vecino Estado contra los jaliscienses”. En contraparte, las autoridades de Cuautitlán, según refirió Gerardo Palacios, mantienen detenidas las obras de infraestructura que requiere el municipio en congruencia por los acuerdos a los que llegaron a finales de 2007 autoridades de ambos estados, y el entonces secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, para no concretar obras. Sin embargo, dijo, fue un acuerdo que no cumplió el vecino Colima. El alcalde dio cuenta de la falta de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), que por acuerdo con el Gobierno federal se instalaron en los límites de ambos estados, donde existe la disputa territorial. Palacios Campos consideró necesario el retorno del Ejército Mexicano a dicha área, pues asegura que ello se daba mayor tranquilidad a las personas que habitan en Cuautitlán.Niegan desvío de recursos en CihuatlánLuego de las manifestaciones de inconformidad entre habitantes e integrantes de la Cámara de Comercio de Cihuatlán, el presidente municipal, Enrique González, se defendió y señaló que en las arcas del Ayuntamiento existen carencias, pero “no hay desvío de recursos”. Consideró que debe ser la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), la que determine, cuando revise la cuenta pública, si existen malos manejos. “Lo cierto es que tenemos un presupuesto muy reducido, tenemos tres millones de pesos en gastos al límite, por la tormenta Henriette”. También refirió que existe rezago en el pago de impuestos de parte de sus habitantes, lo que ha mermado el ingreso de dinero a las arcas municipales. El pasado 27 de febrero, cerca de 300 habitantes de Cihuatlán protagonizaron una marcha por el centro del municipio, solicitando la destitución del presidente municipal, “por el mal uso de los recursos del Ayuntamiento”.EL INFORMADOR/ REDACCIÓN 17-03-2008 08:45 LNA