¿Qué estarán fumando?

No sé si me revienta el hígado de la risa involuntaria ante tanta ridiculez sociopolítica, o si francamente debería estallar del coraje. Son tantos los acontecimientos entre lo cotorro y lo nauseabundo que no veo más que hacer ejercicio de enumeración:

Primero que nada, quisiera mencionar las mil y un virtudes de la iniciativa de la regidora priista Gloria Judith Rojas Maldonado en la que propone que Avenida Chapultepec (reinado de todo lo culturoso) sea un paseo de las estrellitas, en el que podríamos rendir homenaje a Chente, Rosa Gloria Chagoyán, los hermanos Almada y otras fulgurantes luminarias. Yo propongo mejor hacer el paseo de la pifia, la burrada, el comentario sin tino y la sandez imperante. Coloquemos estatuas que conmemoren eventos de tal importancia como el del papelito de los mártires y el recuerdo de tintes etílicos a nuestras progenitoras; al 22 de abril, a la Presa Arcediano, a Cabo Sayulaveral, que nunca pudo ser… o al último, las purpurinas opiniones sobre las “aberrantes” decisiones de la Suprema Corte.

Lo que nos lleva al punto número dos o como diría Bullwinkle, segundo que nada:
Independientemente del estatus moral, divino, sagrado o de alto pelaje de las personas, sean estas catalogadas como tigres o bagres, vestidos de civil o purpurinos, no se pueden aventar declaraciones alegres, acusaciones de severa corrupción a funcionarios y a la Suprema Corte sin merecer algún tipo de escarnio. Esperemos que el Carnal Marcelo le ponga su tan tan a la peritonitis declaracional de los altos personajes locales.

Tercero que nada, o como diría Sherezada: “Ha llegado a mis oídos, oh lector, el afortunado”, que en Tenacatita hay violaciones mil a los derechos básicos por el eterno asunto de la hotelería.
 
Hasta donde yo entiendo, que no es mucho, el ejido que había ahí con su manglar ha desaparecido, los ejidatarios, legalmente hasta eso (que no es lo mismo que en justicia) han sido amablemente reubicados en carajitlán municipio del nabo, el manglar está rápidamente siendo enviado al cielo de los justos y la playa ahora cercada deja de ser de libre acceso para quien quiera visitarla, violando flagrantemente los derechos de todos. Espero que exista en esta tierra de la narcolocura, alguna instancia capaz de poner claridad, orden y justicia en tan empantanado asunto.

Y aquí termino estas enumeraciones, sediento de saber que nuevos y maravillosos sucesos nos esperan en la cabalística semana número 33 del año que vivimos en peligro.