Propuesta hídrica de Alfaro guarda conceptos ‘no aplicables’ para Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2012).- Cancelar el segundo Acueducto Chapala-Guadalajara va en detrimento de las necesidades futuras de la metrópoli, y si a ello se suma habilitar tanto el Canal de Atequiza como el de Las Pintas, a manera de paliativo para abastecer temporalmente de agua a la ciudad —en tanto se restaura el ducto original—, el resultado es “irracional”.

De esta manera, el consultor experto en temas de agua, Fernando Rueda Lujano, calificó la estrategia en materia de agua potable que esta mañana expuso ante el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado (CICEJ) el candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez.

Desde su óptica, hay conceptos “no aplicables” para la Zona Metropolitana en la estrategia alfarista; uno de ellos es, precisamente, tomar en cuenta a Atequiza como un canal alternativo de abasto temporal, luego de que se le inyecten recursos para dejarlo en mejores condiciones.

“Creo yo que esa parte le está fallando a nuestro amigo candidato. Dice que está en contra de un nuevo acueducto, pero no dice cuál es la razón detrás (…) Se trata de modernizar el sistema de conducción de agua potable de Chapala a Guadalajara, de tal manera que sea más eficiente y se pueda llegar a la asignación que tiene derecho la ciudad, y que debe ser irrenunciable, porque si Guadalajara deja de usar esa agua otras ciudades de la cuenca van a querer utilizarla”.

Consideró que su propuesta en temas de agua es “electoralmente rentable”, aunque difícilmente cristalizable. “El oponerse (al nuevo acueducto) es irracional. El desarrollo de todas las ciudades y todos los pueblos está basado en la construcción de infraestructura”.

Dentro de los puntos positivos, destacó la revisión detallada de los acuerdos en torno a la Presa El Zapotillo que sostuvo en su momento el Gobierno del Estado con el Ejecutivo de Guanajuato. Reducir la altura del embalse a este punto, acotó, “no sería problema” para Jalisco, aunque sí para la Entidad vecina.

Calificó el proyecto de captación de agua de lluvia de Enrique Alfaro como “absurdo”, toda vez que se trata de una inversión grande (que no se ha hecho en ninguna otra parte del país) que incidiría en beneficios mínimos para la reducción de acuíferos sobre explotados. En su lugar, sugirió que se piense en obtener agua superficial (vía presas o nuevos acueductos) no sólo para uso humano, sino también para detener el abatimiento de pozos.

La millonaria inversión (dos mil millones de pesos) a la restauración de la gastada red hídrica, añadió, es loable aunque exagerada, pues el programa podría arrancar con sólo una tercera parte de ese monto, aunque de ninguna manera concluiría en un sexenio.

“Es un programa que tiene qué hacerse no en seis, sino en 20 años. Él no puede ‘levantar’ la ciudad y tenerla en caos durante seis años. Ya lo quisiera ver como gobernador pidiéndole disculpas a la población porque en todas las calles de toda la ciudad van a poner tubos nuevos, eso no puede ser”.

Mencionó que en su lugar debería haber un sistema de control de fugas y distribución eficiente de agua potable, para llevar líquido de mejor calidad a los usuarios. “Es demasiado ambicioso, o irreal su programa. No se puede hacer de tal magnitud esto. Ya me imagino quién es su asesor; creen que con un programa de reducción de fugas se resuelve el problema. Este se resuelve con un control absoluto de todo el sistema e infraestructura, pero además trayendo más agua ‘real’ a la zona metropolitana. Lo demás es fantasía”.

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA