Pronóstico a la baja de Chapala requerirá procesos de potabilización

GUADALAJARA, JALISCO (03/ABR/2014).- El nivel de Chapala va hacia abajo. Y las secuelas de la situación actual afectan desde el aspecto turístico y ecológico, hasta el económico y de salud pública, pues al hallarse en un nivel bajo son más los sedimentos acumulados cuya eliminación requiere procesos adicionales de limpieza.
 
El pronóstico de la Comisión Estatal del Agua ( CEA) es que, en dos años, el lago reducirá su nivel a menos de una quinta parte, condición que se traduce en una mayor concentración de contaminantes.
 
A decir del director de esa dependencia, Felipe Tito Lugo Arias, esto obligaría al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) a hacer una inversión adicional en sus equipos de potabilización, pues bajo esas condiciones requerirían dar una segunda, "y hasta una tercera", limpieza al líquido que se extrae del lago natural más grande en México.
 
"Esto porque hay que hacer lo que llamamos un pulimento (...) Requerirían mayor inversión para contemplar una ampliación. Es como cuando te sirves una taza de café y la quieres endulzar; pues según el tamaño de la taza es la cantidad que le pones. Acá es exactamente lo mismo".
 
En 2002, Chapala alcanzó su segundo nivel mínimo en la historia (es vigilado desde 1900), aunque pudo haber rebasado el punto mínimo al que llegó en 1955 (menos del 10%). Hace 12 años, los paseantes que  deseaban ver el inicio del lago necesitaban rentar un vehículo de doble tracción para acercarse a donde comenzaba el cuerpo de agua.
 
"Ese año (2002) bajó a mil 300 millones de metros cúbicos, pero si no es por los trasvases que hicimos habría llegado a 780: el nivel más bajo histórico de 1900 a la fecha".
 
Los 780 millones de metros cúbicos (cada metro cúbico equivale a mil litros) significarían un nivel más bajo que el proyectado para la Presa El Zapotillo --aunque con una cortina de 105 metros--, que en su punto máximo podría almacenar 911 millones de metros cúbicos. El nivel más alto del lago está marcado en ocho mil millones de metros cúbicos.
 
De acuerdo con el funcionario estatal, la velocidad con la que baja el nivel sí incide en complicaciones para la calidad del agua, pues aunque hoy se encuentra en niveles óptimos por la operación de plantas de tratamiento, llegado ese punto la dilución sería mínima.
 
"No debe bajar de dos mil millones de metros cúbicos la capacidad del lago, porque aparte del riesgo que se corre por la desaparición como tal, como una cuestión ecológica o ambiental, el agua que se sirve para Guadalajara resultaría más costosa su potabilización (...) Sí hay manera de potabilizarla (llegado ese nivel), pero no podemos tomar el riesgo, por mil razones, de tenerlo abajo de dos mil: la cuestión turística, ambiental, la dilución y la calidad del agua".
 
La CEA proyecta dos escenarios para 2016, dependiendo del incremento al nivel que aporten las lluvias en sus respectivos ciclos anuales. El peor es que reduzca a mil 400 millones de metros cúbicos: el 17.5% de su capacidad total.


 

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA