GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2016).- “Pásele, ¿quiere celular?, aquí tenemos nuevos y usados”, grita un joven en la escalinata que conecta la plazoleta de San Juan de Dios con Plaza Tapatía. Junto a él, cuando menos otros veinte hombres ofertan teléfonos de dudosa procedencia, ya que no ofrecen facturas o recibos por ellos. Algunos serían robados.Los modelos que tienen son variados, desde Samsung hasta iPhone, con precios que van de los dos mil 500 a los cuatro mil 500 pesos: “Sí jala, no vas a tener problemas. Si quieres lo probamos con tu chip para que veas. Te lo damos con su cajita y accesorios, de verdad que es nuevo”, comenta uno de los vendedores.Pero hay otros “usados” que se pueden adquirir por menor precio. Por ejemplo, de la marca Linux o Nokia hay celulares que cuestan desde 900 pesos. Todos sirven con el chip que les pongan, señalan los vendedores. Ofertan sus productos a todos los transeúntes, a plena luz del día.En un recorrido por el lugar no se encontraron autoridades que hagan respetar el reglamento de Guadalajara que prohíbe el comercio ambulante; el municipio había informado que son 300 los elementos destinados a vigilar la zona restringida del primer cuadro de la ciudad. El comercio en este punto solamente se permite a aquellos que cuenten con permiso del Ayuntamiento de Guadalajara.En octubre de 2015 la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó operativos contra puestos que se montaban en la Plazoleta, con un total de nueve personas detenidas y 150 celulares asegurados. Luego, en enero de este año anunciaron que la cifra incrementó a mil 696 celulares tras ampliar los operativos a otras zonas.Para denunciar el robo de celulares hay que acudir la FGE, oficina central, ubicada en la Calle 14 de la Zona Industrial. Se solicitó entrevista con la Comisaría del Ayuntamiento de Guadalajara y con la Fiscalía para saber si preparan alguna estrategia para evitar esta práctica, pero no se ha tenido respuesta.
