Primeras promesas de Ramírez Acuña, sin cumplir

GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2013).- Cuando Francisco Ramírez Acuña pronunció sus primeras palabras como gobernador de Jalisco, el 1 de marzo de 2001, se escuchó la promesa de que el agua sería prioridad en la agenda ejecutiva. Cuando el mandatario dejó el cargo, el 1 de marzo de 2007, se fue con una dependencia más en la lista de instancias estatales y sin macroproyectos hídricos concluidos.

Una vez el segundo panista al frente de Jalisco, Ramírez Acuña, se designó al priista Enrique Dau Flores en la dirección de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), el 21 de mayo de 2001; la nueva dependencia se creó para la "administración, información, planeación, control, supervisión y vigilancia de aguas de jurisdicción estatal", de acuerdo con la Ley del Agua para el Estado de Jalisco y sus Municipios.

Desde principios del sexenio, Ramírez Acuña y Dau Flores se pronunciaron por la necesidad de alternativas distintas a Chapala para el abastecimiento de agua. Fue hasta 2003 cuando se confirmó, luego de evaluar 50 proyectos de arranque, que la obra sería la Presa de Arcediano.

Se movilizó a una comunidad, se removió un puente, se gastaron al menos 700 millones de pesos y en 2009 el proyecto se canceló. La justificación oficial de la anulación de la obra fue que el precio se elevaba del primer plan de tres mil 500 millones de pesos a 15 mil millones.

La planta de tratamiento de aguas residuales de El Ahogado fue otro plan impulsado por Dau Flores mientras a la cabeza del Gobierno estatal estuvo Ramírez Acuña, pero se atoró por un terreno que reclamaron ejidatarios de El Zapote. Fue en marzo del año pasado cuando se inauguró, en el sexenio dirigido por Emilio González Márquez; la inversión total fue de 858.9 millones de pesos, 410 de éstos provenientes de la federación.

EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA