Pretextos y largas filas para renovar credencial de elector

GUADALAJARA, JALISCO (15/ENE/2012).- Son las dos de la tarde y el módulo del Instituto Federal Electoral (IFE), localizado en Urdaneta y Colón, sigue lleno. Dicen que tiene así desde hace un par de semanas, cuando el reloj de arena que limita la renovación de la credencial de elector, se le ve el final y sea este 15 de enero el último día.

En las filas hay de todo: jóvenes, adultos y personas de la tercera edad. Cada uno con sus pretextos: que se las robaron, que no tienen tiempo, que es mejor hasta el final, que no sabían de fechas. Pero el que más se queja es Vicente Ocegueda, un hombre que pide que "no haya cortes en los 365 días, porque la tarjeta (sic) es el documento más importante que tenemos pa' decir quiénes somos", y luego, al preguntársele por qué no había venido antes, lo admite: "por decidia..."

Francisco Moreno, uno de los trabajadores de este módulo del IFE que hoy cerrará hasta las 12 de la noche después de haber atendido a 220 personas, dice que la campaña del 03 lleva cuatro años y que le parece increíble que los ciudadanos no hayan tomado previsiones para actualizar su credencial para votar: "todavía hoy por la mañana vienen a preguntar qué documentos necesitan, o vienen con copias de documentos y eso tampoco es válido, y claro, se enojan porque los regresamos". Y luego confiesa que estas dos últimas semanas ha sido de locos, pues "hay que atender 200 fichas más todos los adultos mayores, pero antes de la campaña de cierre ni quién nos pelara, hasta sacabamos el Uno (un juego de baraja) para distraernos".

Entender el enojo de los ciudadanos que hoy esperan una ficha no es sencillo. Anahí Basurto hoy acumula cinco visitas al módulo, pero dice que esta tarde sí concluirá su trámite: "te regresan por todo, que si no traes originales o porque no completas los documentos". Ella no vive cerca de este módulo, pero es el que le corresponde por su cercanía.

A lo mejor la credencial de elector sirve para todo menos para votar: para identificarse, para hacer trámites, para cambiar cheques, incluso para entrar a cotos residenciales. Zaira García, que con sus 18 años espera el turno para que por primera vez le entreguen su credencial, lo ha confesado a este medio: "me sirve para pedir trabajo, para salir, ir con mis amigos a bares".

-Y vas a votar este 1 de julio?- se le pregunta

- No creo, ninguno de los políticos cumple.

Y después de escuchar todas estas voces uno piensa que todos quisieran cumplir con la obligación moral de tener su credencial de elector actualizada, pero el problema sigue siendo tener tiempo para conseguir un turno en la fila.

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA