Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | Por: Juan Palomar Verea

Presión y reflexión

LA CIUDAD Y LOS DÍAS 3 DE JULIO 2009

Por: EL INFORMADOR

No es razonable, ni deseable, que el calor de los tiempos electorales impida distinguir la naturaleza de los temas urbanos, sus implicaciones para el bienestar colectivo, para la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Afortunadamente, es posible encontrar cauces institucionales que aseguren, más allá de las crispaciones políticas, la permanencia de la reflexión urbana.

Entre la lluvia de promesas lanzadas al vuelo hay de todo. No faltó quien dijera que se van a efectuar los trámites para abrir un nuevo negocio en media hora. Cualquiera que se haya interiorizado un poco en los temas citadinos sabe de la complejidad que significa la administración municipal de los usos de suelo. Las distintas actividades, por su naturaleza y características, producen efectos en su contexto que pueden ser de diferentes intensidades. Esto genera la necesidad de establecer compatibilidades entre los diferentes usos.

Para alguien interesado en emprender un loable negocio, una fuente de trabajo y productividad, es perfectamente deseable establecer en equis lugar un taller de torno, por poner cualquier ejemplo. Y para los demás habitantes del entorno, si este contiene vivienda, es perfectamente inaceptable que tal negocio se establezca. Este ejemplo se multiplica, en muy diversas modalidades, a todo lo largo y ancho de la mancha urbana.

Es cierto que se debe de agilizar al máximo el trámite de las licencias. Pero nunca sacrificando el orden indispensable para una convivencia razonable. Es posible encontrar un equilibrio adecuado entre la premura de quienes quieren iniciar tal o cual actividad en el contexto de la ciudad y la verificación de que esa actividad se integre armoniosamente al ámbito citadino. No es fácil, pero es responsabilidad de los municipios el cuidar que así sea.

Otro tema. El Colectivo Ecologista de Jalisco se ha quejado a través de la prensa de la precipitación con la que se optó por echar por la borda, al calor de las presiones electorales, años de estudio y revisión que concluyeron en el diseño de las primeras líneas del transporte articulado. No es quizás el momento de internarse en argumentaciones de fondo. Toda medida urbana es discutible, y tiene costos que deben ser evaluados y asumidos por la ciudadanía y las autoridades. Hay que revisar y corregir cuantas veces sea necesario. Pero de allí a sacrificar una política de movilidad en cuyo diseño confluyeron esfuerzos serios y prolongados de especialistas, autoridades y sociedad civil, es mucho lo que media.

Es de esperarse que los esfuerzos mencionados sean retomados, una vez pasada esta temporada, con la reflexión y el diálogo que merecen temas tan importantes para la zona metropolitana. Es comprensible que las campañas conlleven diversas presiones, tomas de posición, pronunciamientos, ofrecimientos varios. Pero el ejercicio de gobierno debe decantar, ponderar y buscar consensos que busquen siempre el provecho de las mayorías, dentro de una óptica serena y amplia. Hay que insistir: las ciudades tienen una cuenta larga, que es preciso considerar para dar a los esfuerzos públicos el sentido adecuado.

jpalomar@informador.com.mx

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