GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2017).- Para Alfonso Petersen, regidor del Partido Acción Nacional (PAN), el que sus colegas en el Ayuntamiento de Guadalajara presenten sus ocurrencias como iniciativas, aunque estas pidan obra pública, mantenimiento de espacios públicos, elaboración de productos o cualquier otra ocurrencia, se debe a que un dictamen obliga al municipio a obedecer estas solicitudes.“La intención que en algunas ocasiones motiva ese tipo de situaciones es porque una iniciativa deriva en un dictamen y este es una acción obligatoria que emana del máximo órgano de Gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara. Entonces su cumplimiento es obligado para las áreas operativas”, indicó el panista.Petersen señaló que un regidor no puede dedicar sus demandas exclusivamente en exigir la ejecución de obras. Consideró que la mala calidad de las propuestas se debe a la falta de experiencia de estos servidores públicos y de sus equipos de trabajo.“Puede ser un equipo más técnico, social o enfocado a otro tipo de actividades. Hay una gran cantidad de explicaciones, aunque sí es importante reconocer que el reglamento establece lo que una iniciativa debe mencionar e incluso es enfático en las repercusiones sociales, económicas y jurídicas que debe tener. En muchas ocasiones hay iniciativas que ni siquiera lo mencionan”.Destacó que la labor de un regidor debe consistir en proponer acciones que tengan implicación positiva en el desarrollo del Gobierno, analizar y enriquecer iniciativas, atender las demandas de los ciudadanos y acompañar y evaluar el trabajo del alcalde.Desde octubre de 2015, cuando inició el periodo de Enrique Alfaro como presidente municipal, en el cabildo tapatío se han presentado solicitudes de acciones que ya se realizan de forma cotidiana, como el desazolve de canales por el temporal o el mantenimiento de áreas verdes, o peticiones de obra pública en lugar de gestionarla con la dependencia correspondiente. También hubo una para llevar a cabo una consulta sobre las calandrias del Centro.TOP 3 DE OCURRENCIASSin obligación de ser aprobadasEl reglamento del Ayuntamiento de Guadalajara establece que las iniciativas pueden ser ordenamientos municipales, acuerdos con carácter de dictamen o turno a comisión y decretos. No especifica obligación alguna de que sean aprobadas.Presentan atraso histórico en dictámenesEl trabajo en la Comisión de Gobernación, Reglamentos y Vigilancia lleva años estancado y ya presenta un atraso histórico en la dictaminación de iniciativas.En marzo pasado, cuando Juan Carlos Márquez, regidor del Partido Acción Nacional (PAN), tomó la presidencia de este cuerpo colegiado había 300 propuestas pendientes: algunas desde 2008.“No es que todas sean de esta administración, sino que en otras (se) fueron rezagando y nuestra obligación es darle un dictamen a cada iniciativa con independencia si el motivo todavía existe o si la temporalidad afectó su procedencia”, explicó Márquez.“El esfuerzo que han hecho todos los regidores de distintas administraciones, para tratar de solventar alguna problemática que en su momento hayan percibido o tratar de corregir alguna situación, merece que la propia Comisión de Gobernación lo tome en cuenta y los dictamine. En su momento existió una falta de sensibilidad por parte de quien presidió esta comisión para sacar este trabajo”, agregó.El panista comentó que ya han eliminado alrededor de 190 propuestas y tienen 110 pendientes. “Hemos sesionado bastantes veces y el compromiso es que de aquí a septiembre ya estaremos dictaminando lo que vaya saliendo de la sesión.”, dijo.El reglamento del Ayuntamiento de Guadalajara establece como atribuciones de la comisión "proponer, analizar, estudiar y dictaminar las iniciativas concernientes a la creación, reforma, adición, derogación o abrogación de ordenamientos municipales, incluyendo lo concerniente a la creación, modificación, supresión o institucionalización de dependencias o entidades municipales".INVESTIGADORA DE LA UDEGPropuestas deben derivar en políticas públicasAngélica Cázares, investigadora de la Universidad de Guadalajara, destacó que las iniciativas de los regidores deben convertirse en políticas públicas.“También habría que revisar de todas aquellas que se han aprobado. Cuántas son letra muerta y cuántas se han materializado”, dijo la integrante del Departamento de Políticas Públicas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).La académica señaló que hace falta evaluar estas medidas para descartar la duplicidad con otros programas que ya se aplican en el municipio, como puede ser el caso de las que piden obra pública o la realización de otros servicios.“Tienen que ir orientadas a una política pública más allá del simple enunciado. Habría que evaluar todas las iniciativas que presentan los regidores y ver qué tan posibles son de implementarse, cuáles están amarradas al presupuesto, ligadas a programas ya existentes y cuál sería el resultado esperado”.Además, Cázares consideró necesario crear un programa e instrumento de evaluación para garantizar que estas propuestas se ejecuten y provoquen los resultados esperados.“Para que entonces también dentro de estas mismas comisiones edilicias pueda observarse si existe alguna duplicidad. Se tiene que hacer una revisión y ser más exigentes con los regidores”.TELÓN DE FONDOQuerían cambiar “Belisario Domínguez” por “Don Vicente Fernández”En 2012, el Ayuntamiento de Guadalajara estudió una iniciativa para cambiar el nombre de la avenida Belisario Domínguez para comenzar a llamarla “Don Vicente Fernández”.El 20 de diciembre de ese año, este medio de comunicación publicó que María Luisa Urrea Hernández, quien entonces era presidenta de la Comisión de Centro, Barrios Tradicionales y Monumentos, solicitó que esta propuesta, que encontró entre sus pendientes heredados, fuera turnada a la Comisión de Obras Públicas, a la de Cultura y que ella pertenecía.La solicitud original para sustituir la nomenclatura la presentó Gabriel González Delgadillo, quien fue edil en la administración municipal que precedió a la del priista Aristóteles Sandoval.El planteamiento también incluyó la entrega de un reconocimiento a Fernández, la develación de una escultura en el parque Barrial, en Huentitán El Alto, y la organización de un “magno evento en una plaza pública”.De acuerdo con la página de internet de la Dirección de Obras Públicas tapatía, actualmente no existe en el municipio una calle o avenida con el nombre del cantante mexicano. Sin embargo, la de Domínguez, quien fue médico, político, senador y orador de prestigio, se mantiene.
