Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jalisco | Al mediodía, los decibeles comunes de la zona regresaron a la normalidad

Por fin, cesa de sonar alarma en finca de López Cotilla

Al mediodía, los decibeles comunes de la zona regresaron a la normalidad

Por: EL INFORMADOR

Un empleado de seguridad de un negocio en la zona advirtió que apenas a las 14:00 horas de este lunes se detuvo el sonido. ARCHIVO /

Un empleado de seguridad de un negocio en la zona advirtió que apenas a las 14:00 horas de este lunes se detuvo el sonido. ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (27/MAY/2013).- Tras un fin de semana de vigilia involuntaria de decenas de vecinos y de trastornos auditivos de cientos de empleados y clientes de los negocios aledaños al cruce de Unión y López Cotilla, en Guadalajara, a causa de un incesante y estridente sonido de alarma proveniente de la finca en el numero 1828 de la ultima calle citada, finalmente al mediodía de este lunes los decibeles comunes regresaron a la normalidad en la zona.
 
Desde las 19:00 horas del sábado se activó la alarma de dicha vivienda; al parecer, los moradores (de quienes nadie sabía mucho) se encontraban ausentes y no había quien desactivara el dispositivo. Si este servía para alertar a alguien de un ilícito, en esta ocasión no alertó a nadie, pues ni la empresa que proporcionó el servicio ni la Policía de Guadalajara hicieron algo por acallar los alaridos electrónicos.
 
Un empleado de seguridad de un negocio en la zona advirtió que apenas a las 14:00 horas de este lunes se detuvo el sonido, que mantuvo crispados de nervios a los visitantes habituales del lugar; aseveró que no conocía a quienes habitaban el lugar; solo ve que ingresa un auto de cuando en cuando.
 
Pero el vigilante se retira del sitio a las 20:00 horas, por lo que la molestia se mantuvo este fin de semana, por todas las noches para quienes viven por las cuadras cercanas, como Sebastián, quien se quejó de la vivienda y su ruido, y lamentó que la policía nada hubiera hecho.
 
El adulto mayor, quien vivía en Miguel de Cervantes, confesó que pasó los últimos días con los ojos abiertos a causa de la alarma, que daba esperanzas intermitentes de su fin: aunque se callaba algunos minutos, regresaba para alertar a personas que nunca la auxliarían.
 
Dijo que notificó a los policías de la zona de la molestia, no obstante, no se tragó el tono de respuesta de los gendarmes: "Dijeron que nomas desayunaban y veían".
 
Todo parecía perdido, pues en el numero de atención del Ayuntamiento 070 no solucionan estos problemas, que aseveran solo la Policía puede atender.
 
En la finca, ya por la tarde, laboraba un jardinero; y pese a que el timbre del sitio es por demás ruidoso, no atendió el llamado para aclarar dudas sobre la alarma que por fin se silenció.
 
EL INFORMADOR / SERGIO BLANCO

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