Policías de Jalisco reprueban por ligas con la delincuencia

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAY/2012).- Los policías de Jalisco que han sido sometidos a las pruebas de control de confianza están siendo reprobados por dos reactivos principalmente: el poligráfico, que detecta sus relaciones con el crimen organizado o la delincuencia común, y el psicológico, que los confirma con perfiles no aptos para ser portadores de un arma de fuego y encargarse de la seguridad pública.

El Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), del cual depende el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza, informa que unos tres mil 700 elementos han sido examinados por este mecanismo en Jalisco (algunos fueron aspirantes a desempeñarse como tal), de los cuales, al menos un 25% ha obtenido resultados negativos: uno de cada cuatro.

Cada prueba de control de confianza está compuesta por cinco exámenes: poligráfico, psicológico, toxicológico, médico y de entorno socioeconómico (ésta sirve para constatar que sus ingresos y bienes correspondan con sus percepciones lícitas). Los dos primeros, por lo tanto, son los que están llevando a la reprobación de los oficiales.

El secretario ejecutivo del CESP, Ricardo Homero Salas Torres, explica que hay dos medios para reprobar a un policía que fue evaluado: la primera, cuando pasa por los cinco exámenes y, tras una valoración de todos sus resultados, se determina no confiable; la segunda, cuando el elemento es mal calificado en el examen toxicológico por consumir sustancias ilegales, entonces ya no es necesario que pase por el resto de los reactivos, y en automático se considera no apto.

Sin embargo, son muy pocos los oficiales que son mal calificados en el examen toxicológico, es decir, hay más elementos ligados con actividades delictivas en Jalisco que consumidores de drogas ilegales, conforme a lo que han arrojado hasta ahora las pruebas del Centro Estatal.

El fin último de las pruebas de control de confianza es depurar a las fuerzas de seguridad y a las procuradurías de justicia de todo el país, los elementos que no las superan deben ser cesados de las instituciones; la legislación (Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública) condiciona con el mismo requisito el ingreso a dichas instancias y todos los movimientos de ascenso y promoción.

“Es muy importante precisar que lo que se hace es que se aplican todas la pruebas”, dice Salas Torres, secretario ejecutivo del CESP, “y después de que se aplican todas la pruebas se hace una especie de resolución dependiendo de los resultados obtenidos en el total de las pruebas. Si en sicología detectamos que el policía está mintiendo o que no te quiere hablar con la verdad, o está ocultando información, entonces vamos a las pruebas de poligrafía y ahí ya descubrimos que, efectivamente, no te quiere revelar información o reacciona a preguntas como si ha colaborado (con delincuentes) o les ha pasado información”.

Como hoy lo informa este diario, el punto central de todo esto es que, al concluir el proceso de depuración de todas las Policías de Jalisco y su Ministerio Público,  y de acuerdo a la tendencia que proyecta el CESP, tendrá que despedirse a un cuarto de todos sus integrantes, para después ser sustituidos por elementos confiables, pues habrán tenido que ser evaluados previamente.

Si el universo total de integrantes de las Policías a cargo del Gobierno estatal y los ayuntamientos, y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), es de 23 mil 612 elementos, quiere decir que, por lo menos cinco mil 903 tendrán que ser cesados de las instituciones para el 2 de enero de 2013, la fecha limite que impone la Ley General del SNSP.

El porcentaje de despido en Jalisco de un 25%, sin embargo, podría irse incrementando gradualmente, dice Salas Torres: “Hay Estados que tienen 40% o poco más (de reprobación y cese de oficiales). Creo que hacia finales de las pruebas va a ir aumentando este porcentaje, porque muchos que tiene algún dato (antecedente en su contra) no son los primeros que van a estas pruebas”.

Esto es, que los oficiales que saben que pueden ser confirmados con un resultado negativo, podrían estar dilatando, de una u otra forma, su paso por el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza, aunque tarde o temprano tendrán que hacerlo, según la legislación.

Lo que se verá entonces en lo que resta del año 2012, conforme a la proyección del CESP, es la renovación de una cuarta parte de todos los agentes de las Policías en el Estado y su Ministerio Público, una proporción ésta que no les resulta del todo extraña a las autoridades:

“Por muchos años hubo demasiada permisividad, es decir, en tiempos bastantes anteriores hasta eran partícipes y copartícipes, y ahora que se comienzan a aplicar estas pruebas, ellos saben perfectamente que, con su voluntad o contra su voluntad, ellos participaron”.


EL INFORMADOR / LUIS HERRERA