Playbol

Decía “El Mago” Septién que el beisbol era el rey de los deportes, entre otras cosas, porque no hay situación en la vida que no pueda explicarse con una metáfora beisbolera. Y efectivamente así es. Al que lo sacaron de la jugada decimos que lo poncharon; el que se equivocó, bateó de faul; el que llegó en el límite, llegó barriéndose; al que estaba distraído se le fue la rola; cuando hay la indicación de no hacer nada se dice quietos y en primera, etcétera. Cuando alguien ni hace ni deja hacer, decimos que ni picha, ni cacha ni deja batear. Ése es Héctor Vielma, el alcalde de Zapopan. Ya anda preocupado porque no se haga la Línea Tres del Tren Ligero en Tlajomulco cuando el tema que tiene él entre manos, el que sí le incumbe, es la etapa dos del BRT que pasa por su municipio.

Si hemos de hablar de estilos personales de gobernar, el de Vielma es realmente peculiar: no decide lo que tiene que decidir y se preocupa en lo que no se debería ocupar. Si hay o no hay tren ligero de Tlajomulco a Guadalajara (de hecho, el proyecto original era un tren de cercanías que se descartó porque no daban los aforos) nada tiene que ver con si hay BRT, Tren Ligero, Tren de Levitación o tranvía de mulitas en el corredor Tesistán- Ávila Camacho-Centro-Tlaquepaque que es en todo caso lo que le toca decidir a él.

El afán de sudar calenturas ajenas (lo de Tlajomulco es hoy por hoy una calentura que ojalá se logre, pero por lo pronto es calentura) es una buena forma de no decidir lo que tiene que decidir. A nueve meses del arranque de las administraciones municipales el lugar común ha sido la falta de logros concretos. Pero mientras Guadalajara, Tlaquepaque y Tlajomulco han comenzado a tomar riesgos, Zapopan apenas administra los recursos que tiene. La decisión que tiene que tomar Vielma no es sólo qué debe haber en el futuro en Tlajomulco, sino si debe haber o no BRT en Zapopan, un proyecto que ya está y que tiene recursos, o si comienza otro, distinto. Vielma tiene que decidir si construye en su administración un sistema de transporte que, con todos los defectos que se le puedan colgar, es 10 veces mejor que los autobuses actuales o si deja pasar la rola para que la pesque el de atrás. Cualquier proyecto alterno no solo no estará listo en su administración, sino que comenzará a construirse en al menos cuatro o cinco años (eso, claro, si los gobiernos que lleguen en 2012, sean del partido que sean, no echan todo para abajo por no ser proyecto de ellos).

Volviendo a las metáforas beisboleras, no se puede ganar un partido jugando al toquecito en la primera entrada y regalando bases por bolas para que no te peguen un homerun. Ahora sí que a jugar, que para eso fueron electos: Playbol.