Pincelada de acuerdos

Finalmente se vieron las caras: Estaban todos y de frente. El gobernador se reunió en Casa Jalisco con los cuatro alcaldes priistas de la zona metropolitana (Aristóteles Sandoval, Héctor Vielma, Miguel Castro y Antonio Mateos), el líder de la bancada priista en el Congreso y el presidente del PRI en el Estado para acordar una agenda común. Más que acordar una agenda común, se trató de ponerse de acuerdo qué van a hacer con la agenda que la realidad les está imponiendo. Ahora sí que a los alcaldes se les están apareciendo los fantasmas que llevan años encerrados en el closet de las administraciones y que los anteriores han ido y venido sin resolver. Los fantasmas son como los tumores; lo único seguro es que crecen y se hacen peores.

El tema más delicado políticamente es el de movilidad. Los alcaldes están atorados por sus propias palabras y promesas de campaña, pero aún ese tema se puede resolver si hay ganas por ambas partes del salir del atolladero. El problema es que hay muy poco para dónde hacerse, no hay alternativas a la vuelta de la esquina, ni tiempos para volver a empezar para llegar a las mismas conclusiones. Pero de alguna manera tendrán que resolverlo, porque lo peor y más caro para todos es el inmovilismo.

El otro gran tema, y ahí sí están empinados todos, es la agenda del agua. Por un lado urge destrabar en el Congreso el asunto de las plantas de tratamiento, un asunto en el que llevamos 10 años de retraso, que significan una gran inversión y que sobre todo, limpiarán el agua que los tapatíos llevamos nada más cuatro siglos y medio ensuciando. Pero quizá el tema más delicado políticamente en la agenda de agua es el precio. Los panistas ya se montaron en su plan de oposición y en el no pasarán, y han dicho, de manera por demás irresponsable, que ellos no aprobarán ningún aumento al precio del agua. Quieren que sea el PRI el que cargue con el costo político de decidir lo que se tiene que decidir: menos costo para los que menos consumen y más, bastante más, para los que más consumen. El único que ha asumido con valentía el tema ha sido el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro.

Si de todos modos van a aumentar el precio (no lo pueden dejar como está) si de todos modos les van a reclamar, mejor una colorada ahora que 10 descoloridas.

Finalmente, hay un tema que el PRI ha asumido como propio pero que necesita el apoyo y la firma del Gobierno, y es el del contratar deuda para repavimentar la ciudad. Los priistas están calculando que su partido puede pavimentar el regreso a la gubernatura. Es decir, en el fondo parecen haber entendido que ambos se necesitan para sus proyectos y que la única forma de avanzar es que mutuamente apoyen. Parece que finalmente han encontrado incentivos para llegar a acuerdos. No hay que cantar victoria, pero al menos ellos mismos se placearon frente a un grupo de empresarios diciendo que así había sido.