Persiste resistencia de adolescentes al uso de anticonceptivos

GUADALAJARA, JALISCO.- Debido a que las mujeres menores de 20 años se resisten a utilizar un método anticonceptivo después de un evento obstétrico –partos y/o abortos-, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) registra de enero a septiembre 54.5% de cobertura frente al 70% que se tiene contemplado como meta anual, señaló la coordinadora Estatal de Planificación Familiar del Departamento de Salud Reproductiva, María Dolores Cepeda Alfaro.

La razón, dijo, es que muchas de las jóvenes no tienen pareja estable, de manera que cuando se les ofrece algún método temporal de anticoncepción post-evento obstétrico, no creen necesitarlo, hecho que representa un riesgo latente para que existan nuevos embarazos, “si la adolescente ya inició su vida sexual, es muy probable que la reanude”.

Hasta septiembre de 2008, se registraron, por parte de la SSJ, 11 mil 144 eventos obstétricos atendidos en menores de 20 años, de ellos nueve mil 745 fueron partos y mil 399 abortos. De esa cantidad, 414 mujeres aceptaron la colocación del Dispositivo Intrauterino (DIU) y dos mil 959 iniciaron un tratamiento hormonal, mientras que a 143 se les practicó la oclusión tubaria bilateral y 661 prefirieron otro tipo de método anticonceptivo.

Así, la cobertura lograda respecto a la aplicación de los diferentes métodos es: inserción de DIU 9.91%; tratamiento hormonal 70.84 por ciento; oclusión tubaria bilateral 3.42 por ciento; otro método 15.82 por ciento.

Cepeda Alfaro indicó que el trabajo es constante y que se ofrece orientación a las jóvenes madres en cada oportunidad, tanto después del evento obstétrico, como en consultas para la madre y/o el infante en las diferentes unidades hospitalarias pertenecientes a la SSJ. Esto como parte del Programa de Planificación Familiar que se fortaleció en este sentido a partir de 1994.

La estrategia del programa tiene como finalidad que todas las mujeres puedan adoptar algún método anticonceptivo antes de abandonar la unidad médica, después de recibir atención obstétrica, pues muchas pacientes no tuvieron contacto previo con los servicios de salud ni orientación-consejería, a causa del difícil acceso a su lugar de residencia o a factores culturales relacionados con la percepción de los métodos anticonceptivos.

Otro de los enfoques del programa es la prevención de riesgos reproductivos, dadas las características de los estados de gravidez, como la reproducción a edades extremas; la multiparidad; el espaciamiento, demasiado corto, entre embarazos, y la presencia de factores derivados de patologías crónico-degenerativas en la mujer gestante.

Entre los principales beneficios de la Planificación Familiar destacan la protección de la vida de las mujeres y los infantes al fomentar embarazos durante el periodo de mejor salud reproductiva (25 a 35 años), la prevención de enfermedades de transmisión sexual incluido el VIH, al promover prácticas seguras y/o protegidas, y el acceso a mejores oportunidades de educación, empleo y participación comunitaria con embarazos voluntarios.

EL INFORMADOR/ LMAM