GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2017).- Reporteros jaliscienses se congregaron la mañana de este martes frente a las instalaciones de la delegación de la Procuraduría General de la República. Iban a manifestar su indignación por otra muerte de un periodista mexicano, Javier Valdez, asesinado en Culiacán, Sinaloa.Javier Valdez es uno más que se suma a las estadísticas de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), que cada año absorbe del presupuesto sin poder frenar las muertes de los comunicadores.Hacia las 9:50 comenzaron a colocar sobre la escalinata del edificio de la PGR las acreditaciones de las decenas de periodistas asesinados y algunas veladoras hasta llenar casi todos los peldaños. Otros más se colocaron con pancartas por detrás; sus consignas instaban a la cuestionable libertad de expresión que priva en México.“El Estado Mexicano asesina periodistas”, “Al matar un periodista se acuchilla la democracia”, “Políticos crimen organizado = muerte”.“¡Extra Extra! ¡Nos están asesinando!”, voceaban la última noticia —que sonaba a la de siempre— al Ministerio Público Federal, por si no acaso se había enterado, pero ni se asomaron por las ventanas.Jade Ramírez, de la Red de Periodistas de a Pie, leyó el pronunciamiento de los presentes. “Uno más de una cantidad monstruosa que acumula dolientes casos sin resolver, cinco si miramos sólo los meses que lleva este año. Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez y hoy, Javier Valdez”.“En el año 2011, cuando Javier Valdez Cárdenas recibió el premio internacional de Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas dijo: ‘En Culiacán, Sinaloa, es un peligro estar vico y hacer periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos que están en el narcotráfico y en el gobierno, un piso filoso y lleno de explosivos. Esto se vive en casi todo el país'”.“Esta es una guerra. Sí, pero por el control del narco, y nosotros, los ciudadanos, ponemos los muertos. Y los gobiernos de México y Estados Unidos las armas. Y ellos, los encumbrados, invisibles, agazapados, dentro y fuera de los gobiernos se llevan las ganancias”, parafraseó la lectura de Valdez cuando recibió el premio.Jade Ramírez dijo que en el país las posibilidades de que un delito quede sin castigo son de 98%; en el caso de los periodistas es de 99.7%, prácticamente impunidad absoluta. “Esta es una de las razones centrales por del por qué no cesa la violencia contra periodistas, porque los agresores se saben impunes”.El grupo se colocó en los carriles de sur a norte de 16 de Septiembre, buscando la empatía de los ciudadanos hacia las personas que llevan por oficio informar y darle voz a la sociedad. Sin embargo tenían sonidos de claxon y ofensas en respuesta.Una pancarta más vaticinaba tal reacción. “No hay ciudadanía que acompañe al periodismo, estamos solos”.
