Paso de Guadalupe, el punto más contaminado del Santiago

GUADALAJARA, JALISCO.- A lo largo de los 262.5 kilómetros del Río Santiago existe un punto que presenta los más altos niveles de contaminación, en la localidad de Paso de Guadalupe, donde sus habitantes padecen diariamente las enfermedades causadas por la polución que se ha apoderado de la zona.

Los médicos del Centro de Salud de Ixtlahuacán visitan la localidad cada 15 días.

Antonia Vitela es auxiliar del módulo móvil de salud y afirma que los 35 ó 40 menores de edad que viven en la franja cercana al río —incluidas sus hijas— son los que siempre desfilan en la consulta por diarreas, vómitos e infecciones respiratorias.

Desde que tiene este trabajo, los alimentos que prepara se los comen el mismo día, y si sobran, los guarda en el refrigerador en recipientes envueltos con algún trapo. La ropa nunca la deja una noche colgada, por aquello de que nadie sabe lo que circula en esos aires; sus niñas tienen prohibido acercarse al río, que está prácticamente en el patio de su casa.

Hasta el cierre de esta edición, no se consiguieron las estadísticas de la Secretaría de Salud Jalisco (se solicitaron en Ixtlahuacán del Río, donde dijeron que todo se pedía en Guadalajara. En Guadalajara, que la información estaba en el Centro de Salud. Después de una serie de llamadas para aclarar quién tenía que autorizar, en la región sanitaria XI dijeron que tenían que trabajar los datos y que llamaban cuando estuvieran listos).

Este diario hizo un recorrido por al menos 10 casas, y en todas había pequeños con problemas respiratorios y estomacales.  


Calle sin nombre

La franja de casas más cercanas al Santiago se encuentra en la calle sin nombre. Guillermina Ortega está tendiendo su ropa. No duda que la peste a ácido sulfhídrico los afecta: en el rancho y en su casa los niños siempre están enfermos de diarrea y de la garganta. El médico Javier Haro Tello, del Centro de Salud, les ha recomendado que se muden, pero “mi esposo dice que para qué”, si han vivido 30 años cerca de la contaminación.

La siguiente casa es de Marycarmen Echeverría. Tiene tres niños. El de seis años tiene una interminable infección en la garganta. Cree que su ardor se debe a la peste enchilosa que sueltan las aguas puercas.

De algún lugar escapa música de los Rolling Stones, que se mezcla con los sonidos del río. María Guadalupe está en calle sin nombre, a unos metros de su puerta, cerca del nixtamal que tiene en una olla de metal. Nació en Paso de Guadalupe, se fue muchos años a Guadalajara y apenas regresó hace un año. Como en todas las familias de esta zona, su hijo, Cristhian Yael, siempre hace muecas por los dolores de garganta.

“Yo digo que los olores nos afectan, porque a uno hasta lo enchilan. Mi esposo es mariachero en Guadalajara... él sí quiere irse lejos de esta agua cochina”.
Acto seguido, llega una adolescente con su sobrina de un año, que vive enfrente y que regresó hace unos meses de Puerto Vallarta. Desde que vive en Paso de Guadalupe se le cierra la garganta y tiene diarreas aferradas.

María Guadalupe cuida a Melanie esa mañana, porque a su hermana Evangelina se la llevaron al hospital, debido a que se le complicó su diabetes.

Afuera de la tiendita de abarrotes hay un grupo de niños. Todos dicen que la peste les cala cuando respiran. Del negocio sale la señora Valeria Sugeil González y cuenta que apenas regresó hace un año; dese que llegaron, la tos seca no suelta a su hijo.

Piensa que puede ser la contaminación, porque sus sobrinos viven del otro lado del río (en Zapopan) y tienen “como hongos” en el cuero cabelludo. También doña Chuy tiene una mancha en la pierna.

Su nombre completo es María de Jesús Rodríguez. Vive a 50 metros del Santiago. Enseña su mancha en el tobillo y el esposo interviene en la plática: “Mi mujer también tiene asma, ya nos han dicho los doctores que es por todo lo que respiramos aquí, pero no sabemos”, dice mientras la lavadora saca espuma a un lado de él, con el Río Santiago como paisaje de fondo.

La delegada de Paso de Guadalupe en Ixtlahuacán de los Membrillos, Ernestina del Rayo González, dice que las enfermedades respiratorias son lo de menos: a su comadre, Ofelia Celis Gutiérrez, le dejaron de funcionar los riñones y los doctores concluyeron que fue por vivir junto a las aguas negras de más de cuatro millones de habitantes de la Zona Conurbada de Guadalajara.

Terminó con diálisis y huyendo de su terruño.


Pesadillas de inundación

Cuando las tormentas arrecian y alebrestan los caudales del Río Santiago, los que viven en el lado de Zapopan salen huyendo de sus casas por el riesgo de inundarse, pero principalmente  por el miedo de que la putrefacción de las aguas los alcance.

Todos tienen en la mente el caso del pequeño Miguel Ángel López Rocha, quien murió días después de caer al afluente, en 2008.

La casa de María Guadalupe García está rodeada por macetas con flores, una antena Sky y un tejaban que cubre su comedor del Sol.

Un día de 2007, en la madrugada, escuchó que sus pertenencias en el patio se movían por la tormenta. Y ahí estaba el río, a pie de su puerta. Su marido corrió a conseguir una camioneta para salvar algunas de sus pertenencias.

En la entrevista ofrece agua, pero primero enjuaga el vaso. “Aquí tenemos que estar lavando todo otra vez, porque se nos vienen los aires con sabe cuánta cosa… y no vaya a ser”. Sus dos hijas tienen asma y ella está segura que les comenzó después de que el Santiago se hizo negro, porque la vida en el campo era muy sana.

—¿Usted vivía tranquila antes…? (María Guadalupe interrumpe la pregunta y comienza a sollozar; baja la cabeza).

—Mmmm, qué tranquilo va uno a vivir aquí, si viera cómo mataron a mi hijo hace un año.

El narcotráfico que se ha apoderado de estas zonas barranqueñas, le agobia más que la contaminación. Y aún así, como ya va “pa grande”, tiene 62 años, su marido está construyendo otro cuartito, porque no quiere morir con dolor de cabeza con esa peste.


Para saber

• Paso de Guadalupe está mucho más contaminado que El Salto y Juanacatlán.
• El recorrido lo explica todo: en los primeros dos municipios la situación se agrava porque recibe todas las descargas industriales que vienen desde Ocotlán, de los municipios y del canal de El Ahogado, que arrastra 20% de las aguas de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
• El río sigue su camino hasta encontrarse con otro punto donde cae 80% de las descargas de la urbe. Y unos kilómetros adelante, está Paso de Guadalupe.
• Las plantas de tratamiento que están en construcción, Agua Prieta y El Ahogado, resolverán en gran parte la problemática. Estarán terminadas en 2013.
• La Comisión Estatal del Agua (CEA) realiza estudios de la calidad del agua en 13 puntos del Santiago. En la interpretación de los estudios, siempre concluyen que Paso de Guadalupe es el punto más problemático. La fecha con mayores problemas fue mayo de 2009.

• Oxígeno cero (lo permitido son cinco miligramos por litro).
• Nitrógeno amoniacal de 30.86 (lo máximo permitido es 0.06 miligramos por litro).
• Detergentes en el agua: 14.9  (lo permitido es 0.1).
• Demanda Bioquímica de Oxígeno de 205.80 (lo máximo permitido es de 30 miligramos por litro). Éste responde a descargas municipales y en general está cuatro veces más contaminado que otros puntos monitoreados.
• Demanda Química de Oxígeno es 401.22  (lo máximo es 40). Este indicador corresponde a descargas no municipales, es decir, industriales, de granjas y zahúrdas.
• Grasas y aceites: 32.72 miligramos por cada litro (lo máximo debe ser 10).
• Fósforo total: 5.27 miligramos por cada litro (lo máximo es de 0.05).
• Sulfuros: 2.60 miligramos por litro (lo permitido es menos de 0.002).
• Aluminio: 1.778 miligramos por litro (lo máximo es 0.05).
• Cadmio:  0.0085 miligramos por litro (lo permitido es menos de 0.0040)
• Fierro: 1.061 miligramos por litro (lo máximo es 1.0)
• Mercurio: 0.0006  miligramos por litro (lo máximo es 0.0005).
• Zinc: 0.129  (lo máximo es 0.020).
• Coliformes totales: 24 millones por cada 100 mililitros (lo permitido son mil).