GUADALAJARA, JALISCO (01/JUN/2017).- Mientras se discute la reducción o la eliminación de las prerrogativas, la población ya perdió la confianza en los partidos políticos. Hoy su popularidad es peor.La Encuesta 2016 del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos de nueva cuenta ubica a las instituciones políticas en el sótano de la desaprobación ciudadana. Su calificación, igual que hace dos años, es de las peores entre 15 instancias evaluadas. Los dos mil 400 habitantes del área metropolitana encuestados les dan una calificación de 1.8 sobre cinco. “Los partidos políticos están en el verdadero fondo. Son más confiables cualquiera de las Policías que los partidos”, precisó Augusto Chacón, titular de Jalisco Cómo Vamos.Ligeramente arriba, con una calificación de 1.9, están los jueces. Comparten ese sótano de descrédito. Sin embargo, todas las instancias, incluidos los Ayuntamientos, el Gobierno del Estado y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, entre otros, están peor evaluadas que hace dos años. Hay una desconfianza generalizada de la población hacia todas las instituciones.Por otra parte, la encuesta de percepción ciudadana sobre calidad de vida lleva a una conclusión: la sociedad es “injusta, desigual, insegura y desconfiada… pero feliz”, detalló anoche Chacón en la presentación de resultados. “La vida familiar es lo que más felices nos hace a escala metropolitana”.La diferencia en clases sociales marca una distinción “densa y escabrosa”. Uno de cada dos habitantes de los sectores más vulnerables respondió afirmativamente cuando se le preguntó si hubo preocupación en el último trimestre de 2016 por no llevar comida a su hogar. “En la muestra general fue uno de cada tres”.Por eso se observan serias deficiencias en el tema de la economía: “La mitad de las y los encuestados aceptó que en el segundo semestre de 2016 tuvieron un problema económico grave”. Además, cuatro de cada 10 de entre las clases bajas reconocieron problemas de salud. La gente, concluyó Augusto Chacón, se siente satisfecha con tener trabajo, pero no con los ingresos que recibe de éste. “¿Bastará presumir la creación de empleos? Parece que no”, remató.Temas como inseguridad, transporte público, las calles o la pavimentación siguen siendo de los servicios peor evaluados.