Padecen miles de viajeros bloqueo de maiceros

GUADALAJARA, JALISCO (17/DIC/2013).- Sentados por momentos en la soledad de sus vehículos o durmiendo; en ocasiones acompañados en pequeños grupos que se colocan bajo la sombra que generaban las cajas de los tráilers, resignados conductores pasan las largas horas en espera de que pronto el grupo de productores de maíz que mantenían cerrado el paso en la autopista Guadalajara-México, en la caseta de Ocotlán, lleguen a un acuerdo con autoridades y se libere el paso.

Las horas transcurren en una lenta calma, algunos tienen desde la medianoche varados, y ya son las 16:00 horas. Mercancías de todo tipo están inmóviles: leche, materias primas, cerdos; viajeros que con distintos motivos se desplazaban, algunos con urgencia de llegar a citas médicas o a visitar a familiares gravemente enfermos; otros, simplemente con motivos de recreación, pero todos vieron interrumpidos sus trayectos, no llegaron a tiempo a su destino.

Tras más de 15 horas de estar varado el camión en el que viajan Alicia Cisneros y su hermana, de Morelia con destino a Tepic, no han probado alimento. Entran a uno de los comercios instalados en las cercanías de la caseta de cobro de la Autopista Guadalajara-México a la altura de Ocotlán, caminaron 40 minutos para encontrar algo que llevarse al estómago, no soportan más sin comer.

La hermana de Alicia llega directamente a tomar una bolsa de cecina y unas papas, se sienta a tomar un descanso y, por fin, tras largas horas de ayuno obligado por el bloqueo de productores de maíz, comienza a comer lo que hay disponible.

Hay otra tienda del otro lado de la caseta, pero ya está prácticamente vacía, la gente tiene pocas opciones de alimentarse, los niños son los que más padecen, lamenta Alicia.

En puntos más lejanos de la caseta, a alrededor de 16 kilómetros de una fila que se formó de 20 kilómetros de automotores en el sentido La Barca-Ocotlán, desde temprano la situación también es preocupante por la falta de alimentos. Una tienda de conveniencia agotó sus existencias de agua, galletas, papas, pan, relata Héctor, uno de los cientos de viajeros afectados.

El muchacho decidió dejar el asiento del autobús, tomó sus dos mochilas y caminó hasta la caseta de Ocotlán en espera de un aventón para llegar a Guadalajara, el cual consiguió por la tarde.

Como Héctor, pasajeros de otros autobuses se cansaron de la espera, bajaron sin saber con exactitud hacia dónde se dirigían, pero con la confianza de encontrar pronto un crucero donde algún conductor o un autobús los acercara o llevara a la perla tapatía.

Marcela viene de Veracruz, su camión llegó a la caseta de Ocotlán desde las 7:00 horas y poco después de las 13:00 horas pasa jalando su maleta con llantas al igual que otros miembros de su familia,  "ya nos desesperamos, mejor nos vinimos, agarramos nuestras maletas. Antes de que se haga de noche hay que agarrar camino", dice la mujer que camina de prisa bajo el intenso sol vespertino.

Los que no tuvieron más opción que esperar en la autopista Guadalajara-México en sus vehículos, pudieron continuar sus trayectos hasta cerca de las 19:00 horas, luego de que productores de maíz llegaron a un acuerdo con autoridades para buscar incrementar el precio del grano.

INFORMADOR / Leticia Fonseca