'Ordeña' creció con lucha al crimen

TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (31/OCT/2013).- Más de cuatro mil pobladores de Tlajomulco de Zúñiga vivieron momentos de angustia a mitad de la madrugada durante una evacuación masiva por una fuga de combustible. Fueron víctimas indirectas de actividades del crimen organizado.

El episodio de ayer trajo consecuencias sobre todo para habitantes del fraccionamiento Chulavista por la fuga de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) “ordeñado” de manera clandestina, y cuyo chorro llegó a alcanzar hasta 17 metros de altura.

La evacuación colapsó las vialidades y generó temor; algunos ciudadanos tlajomulquenses permanecieron en pijama afuera de sus domicilios, y otros incluso sin dinero en sus bolsillos. Tras cuatro horas de trabajo en la zona, Protección Civil confirmó que ya había control de daños, pero el reingreso se permitió después de las 16:00 horas.

Durante el sexenio pasado las tomas clandestinas en ductos de Pemex crecieron a la par que se intensificó el combate a la delincuencia organizada. En 2007 hubo 246 reportes de tomas clandestinas en el país. Cuatro años después la cifra subió a 664 en toda la República, y Jalisco registró 33.

Cinco años después los reportes aumentaron a mil 635 y Jalisco llegó a los 122, según estadísticas públicas en línea dadas a conocer por Pemex a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). En lo que va del año Jalisco ha tenido 60 reportes de tomas clandestinas en ductos de la paraestatal.

El gobernador Aristóteles Sandoval declaró que “hay delincuencia organizada” en la “ordeña” de ductos en Jalisco, y que ya se tienen localizadas bandas dedicadas a este ilícito. Tras la fuga, dijo, hubo un detenido y se aseguró una casa abandonada con recipientes y restos de material para la “ordeña”.

Por su parte, el presidente de la Unión de Gasolineros de Jalisco, Pablo González Córdova,  indicó que los atracos resultan en pérdidas por 20 mil millones de pesos al año.

Explicó que bandas del crimen organizado toman hidrocarburos para venderlos en carreteras o talleres hasta a cinco pesos por litro.

Agregó que los delitos han resultado impunes, ya que de las personas aprehendidas por los robos, sólo tres de cada 100 son consignados.

Los grupos de delincuencia buscan nichos de oportunidad y aprovechan los sectores que presentan menos posibilidades de ser descubiertos, y si no son juzgados, el negocio se hace redondo como en las tomas clandestinas de hidrocarburos, explica el profesor del departamento de derecho público de la Universidad de Guadalajara, Arturo Villarreal Palos.