Operativos realizados para la detención de dos capos

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2010).- La labor de inteligencia de los infantes de Marina tuvo que anular al menos cuatro anillos de seguridad que resguardaban a Arturo Beltrán Leyva, aquel 16 de diciembre de 2009.
El sistema de seguridad de quien apodaban también “El Jefe de Jefes” y que fue penetrado por los hombres de la Armada de México, incluía —según informes contenidos en la investigación PGR/SIEDO/UEIDCS/166/2009— informantes dentro del Ejército, las policías municipal y ministerial, sicarios designados bajo la clave de Zafiros, y un numeroso grupo llamado “Halcones”, que hacían recorridos en vehículos o taxis por toda la ciudad.

Paso a paso

Los helicópteros de la Marina sobrevolaron alrededor de las torres del Condominio Altitude alrededor de las 17:00 horas, descendieron a rapel para entrar y evadir la vigilancia terrestre del cártel. A las 17:20 horas inició el cerco terrestre.

Los vecinos del condominio, visitantes y trabajadores, fueron aglomerados en un gimnasio.

Los marinos catearon departamento por departamento hasta cercar a Arturo Beltrán Leyva, que se encontraba en el 202 de la torre dos.

Al filo de las 20:00 horas se escucharon las ráfagas de armas de fuego, los sicarios trataron de romper el cerco castrense.

La batalla terminó alrededor de las 22:00 horas; la Secretaría de Marina confirmó que el capo Arturo Beltrán falleció en el tiroteo.

Después de la batalla vinieron los desaciertos

La polémica entre distintos sectores de la sociedad mexicana y de otros países llegó con las fotos del capo: el cuerpo yace ensangrentado en el piso del departamento de lujo en el que fue abatido, cubierto de billetes rojos, humedecidos. Los pantalones de Beltrán Leyva se encuentran hasta las rodillas.

También se difundieron fotografías en las que, sobre su estómago se colocaron un rosario, una medalla, un celular, una pequeña cápsula con un santo y otras de sus pertenencias.

Caso “Nacho” Coronel

Precisión

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que la ubicación de Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, también apodado, “El cachas de diamante”, fue una operación de “precisión” luego de un intenso trabajo de inteligencia militar.

Paso a paso

La Sedena no dio detalles sobre la operación aunque, habitantes de la zona aseguraron que la movilización militar duró unas cuatro horas y participaron alrededor de 150 soldados apoyados con helicópteros.

Los vecinos relataron que se les pidió permanecer en sus casas y que el tiroteo provocó una interrupción del servicio eléctrico.

Aproximadamente a las 13:00 horas, los elementos del Ejército acudieron al cruce de Paseo Acueducto y Paseo de los Parques, en la colonia Colinas de San Javier, en Zapopan.

Los militares tronaron un transformador para evitar que se abrieran las puertas de las cocheras y utilizó dos helicópteros para “peinar” la zona. Los soldados se desplegaron por grupos en el área hasta catear seis casas.

A las fincas, los soldados habrían ingresado a través de escaleras que colocaron en los muros de las fachadas.

Los militares también descendieron de helicópteros de la Fuerza Aérea para incursionar en las propiedades.

Para evitar su aprehensión, Ignacio Coronel abrió fuego a los militares por lo que se dio el enfrentamiento del que resultó muerto. Un militar también falleció en el operativo y otro quedó herido.

Además se realizó la captura de Irán Francisco Quiñones Gastélum, quien estaría bajo las órdenes de Coronel.

También se decomisaron siete millones de dólares, armamento, joyas y vehículos que están siendo contabilizados.

Reina el silencio

A diferencia del operativo de la Marina en el que falleció Arturo Beltrán Leyva, no se han revelado imágenes de cuerpo de Nacho Coronel, el proceso ha sido hermético.

Los medios de comunicación se han ceñido a lo que informa el Ejército, ya que las autoridades locales descocían que se llevaría a cabo este operativo.