Oficina espejo, necesaria en hospitales subrogados de Seguro Popular

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2013).- Tal como lo tienen los Hospitales Civiles de Guadalajara, cualquier nosocomio público o privado que brinde servicios a afiliados del Seguro Popular, debe tener una oficina "espejo" con el programa estatal, para mejorar la transparencia y evitar riesgo de un desvío de datos.
 
Así lo expresó el rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Héctor Raúl Pérez Gómez, al opinar sobre el problema que atraviesa actualmente el Seguro Popular estatal, por haberse dado el tráfico de datos personas beneficiadas con el programa.
 
Comentó que cuando estaba a cargo del Antiguo Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde", le tocó comenzar con la prestación de servicios a pacientes que contaban con Seguro Popular, con atenciones médicas incluidas en el catálogo de enfermedades del programa.
 
Para asegurar la confidencialidad de los afiliados, así como para transparentar las atenciones y los recursos que el nosocomio recibía de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) por cada atención brindada, se creó una oficina especial.
 
"Lo que hice fue crear una oficina 'espejo' del hospital, con la oficina del Seguro Popular; con ello, los dos grupos validaban, por lo que no había ningún riesgo de que se fugara ni información confidencial, y mucho menos documentación que pusiera en riesgo el sistema administrativo y financiero, yo creo que eso es lo que deben hacer todas las instituciones que brindan al Seguro Popular".
 
Actualmente, el proceso sigue siendo igual en el nosocomio, y al brindar cada servicio médico, personal del Seguro Popular revisa que cada expediente esté llenado de manera correcta, así como que trajera claro qué tipo de servicio médico se ofreció al afiliado y a cuánto ascendieron los gastos, aseguró Pérez Gómez.
 
El proceso de documentación en el hospital consiste en que cualquier atención brindada a algún paciente del Seguro Popular, se valida en dicha oficina y se envía a la Secretaría de Salud estatal.
 
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR