Nueve de los detenidos por enfrentamiento tienen antecedentes penales

GUADALAJARA, JALISCO (25/MAY/2010).- Miembros de una célula de sicarios, perteneciente al cártel del Milenio, que fueron arrestados el pasado domingo después de varios enfrentamientos con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) en el Municipio San Cristóbal de la Barranca, tienen antecedentes penales.

La SSPE informó que Gerardo Carrillo Carreón, tienen registros por homicidio y robo calificado, mientras que Donaciano Hernández Lucas, cuenta con antecedentes por lesiones.

Además, quienes cuentan con registros por los delitos de portación de arma de fuego son: José Manuel Acosta Rosales, Eliseo Melchor Pizano y Edmundo Macías Zamora, quien también se hace llamar José Eduardo Macías Zamora, apodado “El Chichurras”.

En tanto que Juan Carlos Carrillo Torres tiene registros por robo; Miguel Modesto Pedraza, quien también se cambia los apellidos por los de Pedrosa Juárez, alias “El Pato”, por robo, en el Estado de Michoacán.

Asimismo, Alejandro Pérez Torres, apodado “El Flaco”, tiene antecedentes por delitos contra la salud y robo a persona.
Por su parte Alfredo Madrid Coronado, también conocido como Manuel Carrillo Carreón, cuenta con una orden de aprehensión por robo.

De un total de 18 presuntos miembros del cártel del Milenio, nueve son originarios de Nayarit, tres de Zacatecas, uno del Estado de Sinaloa, uno más de Michoacán y cuatro de Jalisco.

También fueron detenidos un par de hombres quienes se dijeron ser “Halcones” del grupo armado de los “Zetas”; fueron identificados como Margarito Aguilar Escobar e Ismael Sígala Palafox,

Los 20 hombres fueron puestos ante un agente del Ministerio Público Federal para que sean investigados.
A los miembros del cártel del Milenio, les decomisaron 11 rifles AK-47, cocidos como “cuerno de chivo”, un par de fusiles AR-15, cinco armas de fuego calibre .38 Súper, una calibre .45 y otra .9 milímetros.

También dos mil 181 balas y 61 cargadores de diferentes calibres, dos granadas de fragmentación calibre. 40, tres chalecos antibala y nueve porta cargadores. Además, de la localización de un narcolaboratorio en un poblado conocido como La Lobera, donde también se enfrentaron entre sí miembros del cártel del Milenio y de los “Zetas”.