Muere abatido por militares Ignacio Coronel Villarreal

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ZAPOPAN, JALISCO (30/JUL/2010).- Durante un operativo realizado por elementos del Ejército Mexicano, en el municipio de Zapopan, resultó muerto el presunto narcotraficante Ignacio Coronel Villarreal, mejor conocido como “Nacho Coronel”, uno de los líderes del cártel de Sinaloa (ahora llamado cártel del “Pacífico”, tras la ruptura con los hermanos Beltrán Leyva) y uno de los principales socios de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo” Guzmán.

Los hechos iniciaron desde el mediodía de ayer en una finca de los cruces de la calle Paseo de los Parques y la Avenida Acueducto, en el lujoso fraccionamiento Colinas de San Javier, en Zapopan.

Al llegar al sitio, de acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al intentar a capturar a Coronel Villarreal, él intentó evadir la acción agrediendo al personal militar con un arma de fuego, causando la muerte de un militar e hiriendo a otro más, por lo que al repeler la citada agresión falleció “Nacho Coronel”.

En el mismo operativo también se logró la captura de Irán Francisco Quiñonez Gastelum, hombre de mayor confianza del capo.

“Nacho Coronel” se refugiaba en dos residencias empleadas como casas de seguridad, ubicadas en Colinas de San Javier, empleando como procedimiento el acompañarse sólo de Quiñonez Gastelum, para mantener su bajo perfil y no llamar la atención.

Ignacio Coronel Villarreal era oriundo del Estado de Durango e inició sus actividades delictivas bajo las órdenes del extinto narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, siendo el responsable de la introducción de droga a los Estados Unidos, proveniente de Centro y Sudamérica.

Después del fallecimiento de Amado Carrillo, “Nacho Coronel” se unió a la organización de “El Chapo” Guzmán, llegando en un corto tiempo a convertirse en uno de sus principales líderes junto con Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García, alias “El Mayo Zambada”.

“Nacho Coronel” dirigía las actividades delictivas para su organización en el Occidente de la República, que comprende los estados de Jalisco, Colima, Nayarit y parte de Michoacán, controlando el tráfico de cocaína a través de la denominada “Ruta del Pacífico”.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos, la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y el Orden Públicos y el F.B.I. ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares por información que llevará a su captura.

Como resultados preliminares, durante dicha operación se aseguró armamento, dinero en efectivo, joyas y vehículos, mismos que están siendo contabilizados para ser puestos a disposición de las autoridades correspondientes.

Este golpe se suma a la caída de otros capos del narco durante el sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, luego de que en diciembre pasado, Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, murió en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, durante un operativo.

En el operativo también falleció a balazos un soldado del Ejército Mexicano y resultó lesionado uno más.





Opiniones de diputados federales

Insisten en la coordinación en los tres niveles de Gobierno

Tras el fallecimiento del presunto narcotraficante, “Nacho Coronel”, diputados federales, por el tricolor, fijaron su postura ante los hechos registrados en Zapopan.

“Apoyo el combate en contra de estos grupos que encabeza el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, pero es necesario sumar estrategias y acciones contundentes para general apoyos para que la gente no se involucre con estos grupos”, enfatizó Jorge López Portillo, diputado federal por el PRI.

Finalizó precisando que “cualquier golpe que se le puede dar a los capos del narcotráfico es una buena noticia, siempre y cuando venga acompañado de una estrategia que evite que surjan otros 10 y que la guerra entre ellos se lleve a los civiles”.

Por su parte, el también diputado federal por el tricolor, Salvador Caro Cabrera insistió en la coordinación de los tres órdenes de Gobierno.

“Es urgente que los tres órdenes de Gobierno se coordinen con toda la fuerza del Estado para preservar la paz en la Zona Metropolitana de Guadalajara para que no sea un centro de disputa por el poder de estas organizaciones criminales”.

Enfatizó que deben de concentrarse “los aparatos de inteligencia nacional, estatal y los elementos que tengan los municipios para actuar de manera contundente en las próxima semanas.

Las volantas de seguridad representan una percepción de deterioro del estado de derecho y la democracia por la falta de respeto al ciudadano”.