Viernes, 29 de Noviembre 2024
Jalisco | En la Cruz Verde, aseguraron que sólo traía golpes

Morir tantas veces

El menor tuvo estallamiento de vísceras; en la Cruz Verde Rivas Souza, aseguraron que sólo traía golpes

Por: EL INFORMADOR

Los médicos advirtieron que los tomógrafos de la Cruz Verde no son prioridad en el área de urgencias. ARCHIVO /

Los médicos advirtieron que los tomógrafos de la Cruz Verde no son prioridad en el área de urgencias. ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (25/MAR/2013).- La historia de Ángel es el caso por el cual la Comisión Estatal de Derechos Humanos le pide al ayuntamiento que ponga material suficiente para diagnósticos adecuados, en las áreas de urgencia de la Cruz Verde.

Hace casi un año que Ángel, su hijo, ya no está. Pero Graciela Comparán aún le llora y respira profundamente cada que dice su nombre. Cuando se muere por negligencia médica, se puede morir varias veces, dice la madre. "Vas cargando con esto, porque las autoridades no hacen nada". Graciela le dio santa sepultura a su hijo, de 15 años, la primavera del 2012. El pasado 7 de abril, su hijo conducía una motocicleta en periférico, repartiendo tortillas. Se impactó con una camioneta. Dentro del cuerpo del menor hubo estallamiento de vísceras. Al llegar a la Cruz Verde Rivas Souza, le dijeron que sólo traía golpes.

Lo mandaron a su casa. Como si Ángel se hubiera cortado con un cuchillo; como si el dolor que lo desmayaba fuera un invento; como si el accidente que desbarató la motocicleta hubiera salido de un libro de cuentos.

Y Ángel se moría a cada segundo. Lo sentía en las entrañas. Se quejaba por la tarde y en la noche ya no aguantaba. Y sus padres, en medio de la desesperación, lo llevaron el domingo a otro nosocomio. Y para su mala suerte, volvió a tocar en otra clínica administrada por la Cruz Verde de Guadalajara. Y de nuevo los médicos les dijeron a los padres que en las radiografías no notaban nada raro. Pero también se sinceraron: les advirtieron que en la Cruz Verde los tomógrafos no eran prioridad en el área de urgencias, que lo mejor era que lo llevaran al Hospital Civil.

Y los padres veían a Ángel ya casi inconsciente. Y la madre tenía segundos que duraban horas, y horas que duraban eternidades. Y su padre le pisaba al taxi como si lo estuvieran buscando del infierno, y Ángel dejaba de respirar.

En el Hospital Civil, Ángel y sus 15 años se terminaban junto con el sueño de tener una fiesta con sus dos hermanos.

Morir por un mal diagnóstico

Graciela sólo quiere paz en su vida y en la de su familia. Pide que los médicos que diagnosticaron mal a su hijo dejen los consultorios para siempre, "para que ya no hagan daño con su ignorancia".

De acuerdo con las investigaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), que derivó en la novena recomendación de este año, el menor de edad circulaba en una motocicleta cuando se impactó contra una camioneta; fue trasladado en una ambulancia a la Cruz Verde Rivas Souza y auscultado por el médico de base E. Gutiérrez y la residente I. Lira.

Aproximadamente dos horas después de su ingreso al nosocomio, el paciente fue dado de alta por los médicos mencionados, con el argumento de que había mejorado y la indicación de que ingiriera varios medicamentos. "Según el parte de lesiones que se elaboró después, los golpes sufridos no ponían en peligro la vida y tardaban más de 15 días en sanar".

En menos de 48 horas, el menor dejó de existir.

Ángel ganaba 400 pesos a la semana por repartir tortillas en la colonia Lomas del Paraíso. A su muerte, la empresa de la camioneta involucrada en el accidente fue quien pagó los gastos funerarios, mientras que la tortillería se hizo cargo "de algunas cositas. Ahorita ya no me acuerdo bien", dice la madre.

Los padres de Ángel no han recibido la ayuda que la CEDHJ le pidió al Ayuntamiento de Guadalajara y al DIF municipal que se le otorgara a esta familia. Dice Graciela que "un día nos llevaron a un psicólogo. Y ahí nos dijeron que teníamos que salir adelante, porque todavía tenemos dos hijos". Y su voz se quiebra. "Si el muchacho (su hijo) nomás quería juntar para una fiesta para sus hermanos. Ya se estaban poniendo de acuerdo, porque uno cumple el 3 de abril y el otro el 3 de mayo... pero pues ya no, ya no se pudo".

EL INFORMADOR/ Omar García

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