Moderación y discreción, sello del nuevo arzobispo tapatío

GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2011).- El recién nombrado arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, tiene un perfil contrastante con el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, coinciden especialistas.

Por un lado, el investigador del ITESO, Juan Real Ledezma, expresó que el nuevo arzobispo es un pastor ajeno a declaraciones ruidosas en los medios, lo que indicaría que se trata “de alguien mesurado y que debe traducirse como un pastor de acciones organizadas y de cercanía con la gente”.

Por su parte, el profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), integrante del Centro de Religión y Sociedad, Wolfgang Vogt, describe a Robles Ortega como una persona mucho más diplomática que Juan Sandoval, y sostiene que no será tan controvertido como el actual arzobispo tapatío, sino que estará más al margen de las situaciones que se presenten y tratará de mantener un diálogo abierto, pues reflejará el papel que representa como presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y la Comunión en México: “Eso debe  tener un significado en especial. Ahora esperemos que la Arquidiócesis de Guadalajara se abra más con las iglesias cristianas y no cristianas”.

En rueda de prensa, el cardenal Juan Sandoval pidió “un corazón abierto y la mayor colaboración posible” con el que será su sucesor para conducir la Arquidiócesis tapatía a partir de febrero próximo, según se tiene previsto.

Detalló que mientras llega el nuevo arzobispo, él seguirá al frente de la Arquidiócesis tapatía bajo el cargo de administrador apostólico, según se establece en la legislación eclesiástica.