Mayor parte del gasto en salud se va a diabetes e hipertensión

PUERTO VALLARTA, JALISCO (28/SEP/2013).- Por cada 100 pesos que las autoridades en México gastan en salud, 26 pesos se van para el control y tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas; 15 para la diabetes, y 11 para la hipertensión.

Del total del gasto en estas enfermedades, más de la mitad se invierte en la atención de sus complicaciones y control, mientras que una cantidad menor se destina a la atención ambulatoria y los casos que están controlados, cuando debería ser al contrario.

Las cifras forman parte de la información que se presentó en el Primer Foro de Economía en Salud que organizó la empresa Sanofi este fin de semana en Puerto Vallarta, donde se contó con la participación de expertos de la Universidad Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Salud Pública de México y el Instituto Mexicano del Seguro Social ( IMSS), entre otros.

El investigador titular en Economía de la Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, Armando Arredondo, detalló que la problemática actual por el incremento en casos de diabetes e hipertensión en los mexicanos, obliga a crear mejores acciones, sobre todo en prevención y detección oportuna, para evitar que las próximas generaciones sigan enfermando de lo mismo.

"El incremento constante y creciente de los costos de la atención médica en general, y el desconocimiento de los costos reales, hacen necesario el desarrollo de herramientas que permitan la medición y determinación de indicadores de los cambios crecientes en la demanda, de costos de manejo y de los montos financieros que se requerirán para poder enfrentar el problema de la diabetes en México".

Además, de no llevarse a cabo una estrategia contundente en el que se comience a disminuir la prevalencia de la diabetes, así como las complicaciones en los casos ya detectados, en los próximos años el conflicto no será sólo se observará en el alto número de enfermos, sino en la falta de recursos suficientes para atenderlos y prevenir la aparición de nuevos pacientes.

El plan, entonces, debe ir encaminado a tener una mayor inversión en la promoción de la salud, y no en la medicina curativa sino preventiva.

EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR.