Más de 250 personas de El Rebalse atravesaron 'Jova' sin resguardarse

CIHUATLÁN, JALISCO (07/NOV/2011).- Porque “nunca había pasado nada fuerte”, 268 personas que habitan la comunidad de El Rebalse prefirieron guarecerse del huracán “Jova” al interior de sus domicilios, y no en los albergues habilitados, pese a que fueron advertidos en no pocas ocasiones por la autoridad acerca de los estragos que se preveían una vez que el meteoro tocara tierra.

“Los que se quedaron lo hicieron porque tienen la experiencia de que en El Rebalse nunca pasa nada”, relata la señora Esperanza Gómez Díaz, quien por 30 de sus 46 años ha residido en aquella pequeña zona de Cihuatlán, en donde sus habitantes prefirieron “atarse a un árbol” que atender las indicaciones que les hacían los brigadistas de Protección Civil.

Contrario a su esposo e hijos, ella sí optó por atravesar la tormenta bajo el cuidado de la autoridad. Ellos, su familia, declinaron la oferta para cuidar su patrimonio; “es lo único que tenemos, no lo íbamos a dejar solo”. Sin embargo, sus pertenencias sí fueron alcanzadas por las aguas desbordadas del Río Marabasco.

La dama, quien es también la agente municipal, expuso que el discurso de que sus vecinos escalaron árboles y palmas durante el huracán sí ocurrió (así lo aseguraron rescatistas y militares que trataron de asistirlos), aunque los protagonistas de esta hazaña fueron personas que viven en las cercanías de los platanares donde trabajan.

“Los que se quedaron se subieron a los techos de las casas que hay; en el templo se subieron a bancas y duraron como dos días todos (…) Los que se amarraron a los árboles son de Chiapas, viven en un rancho de aquí cerca. No tuvieron en donde resguardarse y pues se amarraron”.

Detalla que ella no supo de su esposo por tres días, toda vez que sólo hasta 72 horas después de “Jova” se les permitió el ingreso, aunque sin el uso de vehículos. La rúa que enlaza a Cihuatlán con El Rebalse, aún ahora, luce completamente devastada, aunque ya el tránsito de automotores es factible.

Una vez cerca de su marido, la primera frase que le escuchó fue: “Nos las vimos negras”. Y es que las aguas del Marabasco rebasaron el metro y medio de alto en toda esa población. “En el ciclón del ´59 hubo muchos inundados en Cihuatlán y aquí nada, por eso no se fueron, pero esta vez sí se puso fea el agua”.

A raíz del paso de “Jova”, no pocos habitantes de El Rebalse perdieron sus pertenencias. Sin embargo, su mayor pesar es la ausencia de colchones, pues ya los tablones de la base comienzan a cansar su espalda.

Extrañada por el arribo de prensa al sitio en donde vive, la mujer aprovechó para agradecer el apoyo de “gente de Sonora, Nayarit e incluso Colima”, quienes les han entregado mucha ropa, alguna de la cual incluso está en la plazoleta principal, al alcance de quien la necesite. Lamentó, por el contrario, que el DIF y el municipio hayan mandado apoyos en contadas ocasiones, al menos a esa zona de Cihuatlán.

FRASE

“Mi esposo lo que me ha platicado es que se las vieron negras para trasladar a las personas en canoas; los hombres comenzaron a sacar a las personas pero la corriente estaba muy fuerte”

Esperanza Gómez Díaz, habitante de El Rebalse

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA